Pese a tener limitaciones para llegar a Cuba por parte de su país, el número de estadounidenses que arribó a la isla se incrementó un 54% de enero a julio.
Un documento de trabajo del economista y profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana José Luis Perelló indicó que llegaron a Cuba 88.996 estadounidenses –entre el 1 de enero y el 26 julio de 2015–, los primeros siete meses de la normalización diplomática binacional tras 50 años de ruptura. En el mismo lapso de 2014 habían llegado 57.768 personas.
La cifra no contempla los 164.368 cubanoamericanos que, según el experto, llegaron en el mismo periodo.
La industria del turismo es uno de los pilares de la economía cubana con ingresos por encima de los $2.500 millones y de ella dependen miles de empleos en el sector hotelero, así como beneficia a los trabajadores involucrados en la renta de habitaciones en casas particulares, los taxis o artesanos.
En 2014 la isla superó los tres millones de turistas provenientes de todo el mundo; especialmente de Canadá, Alemania y Reino Unido. Un logro ampliamente comentado por las autoridades, que destacaron el crecimiento sostenido de la industria sin chimeneas en los últimos 20 años, cuando apenas viajaban un puñado de personas.
"Según mis cálculos preliminares y teniendo en cuenta el escenario actual, el año 2015 pudiera cerrar con más de 3.5 millones de visitantes internacionales, de ellos unos 145.000 estadounidenses, o sea unos 50.000 más que los que arribaron en 2014", explicó Perelló.
Es visible para cualquier persona en La Habana y otros lugares del país la presencia de visitantes de todas las nacionalidades que abarrotan los hoteles, casas de alquiler o restaurantes, por estos días siempre completos.
"Para el resto del año se prevé la misma tendencia de crecimiento debido a los acontecimientos programados el 14 de agosto, con la apertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana y en el mes de septiembre por la visita del papa Francisco", agregó Perelló, para quien estos acontecimientos generan más visitas y visibilidad mediática.
Desde enero al 26 de julio, el arribo en general creció un 16%, sin particularizar los estadounidenses, indicó Perelló.
Estados Unidos prohíbe el viaje de sus nacionales a la isla y les exige un permiso especial, sin embargo el presidente Barack Obama flexibilizó esta política tras el anuncio conjunto con Raúl Castro en diciembre pasado, de un proceso que concluyó con la apertura de embajadas el 20 de julio pasado.
Obama permitió los viajes siempre y cuando estén justificados por ser educativos, culturales, deportivos o científicos, entre otros, y aumentó el monto de lo que sus compatriotas pueden gastar en la isla y quienes regresen a su país podrán hacerlo con productos por valor de hasta $400, de ellos $100 de alcohol y tabaco.
Aunque sólo el Congreso de Estados Unidos puede levantar el embargo impuesto a la isla para presionar un cambio de gobierno, Cuba insistió en que el mandatario tiene aún más potestades para ampliar los permisos para intercambios con la nación caribeña. Según Perelló, el potencial de turismo para Cuba es enorme.
"Resulta interesante, ya que es el primer destino turístico del Caribe Insular y que compite con Cuba, observar que República Dominicana (con 7.1% de crecimiento) recibió en el primer semestre de este año 2.858.763 visitantes internacionales, de ellos 1.054.273 estadounidenses y 338.242 dominicanos residentes en el exterior", comparó el economista Perelló.