El eurodiputado del PP y secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López-Isturiz, adviritó a las autoridades de La Habana que no habrá acuerdo de diálogo político y cooperación con la UE mientras siga negándose a hablar de la situación de los Derechos Humanos en la isla.
En una entrevista con Europa Press, López-Isturiz lamentó que Cuba se haya negado hasta en dos ocasiones a hablar con los negociadores europeos del capítulo sobre Derechos Humanos que debe incluir ese eventual acuerdo bilateral que, de concluirse, está llamado a sustituir la Posición Común de la UE hacia Cuba, promovida en 1996 por el Ejecutivo de José María Aznar y que sigue todavía vigente.
Este año Cuba y la UE iniciaron las negociaciones encaminadas a suscribir un acuerdo de diálogo político y de cooperación que sustituya a la Posición Común, pero que deberá incluir unas cláusulas democráticas.
Cuestionado si el cambio en las relaciones con Cuba anunciado por el presidente Barack Obama, influirá en la política de Madrid respecto de la isla, López-Isturiz ha precisado que la política española en esta materia "depende de la que tiene la UE". Y la UE, ha recordado, tiene desde 1996 una Posición Común que él ha calificado de "inteligente", pues "va contra el régimen comunista, dictatorial y anquilosado que hay en Cuba". Una posición que, en su opinión, fue "más inteligente" que la estadounidense, que apostó por un embargo económico que "no afectaba al régimen, sino a la población".
López-Isturiz se ha mostrado contrario a que se establezca una carrera entre EEUU y la UE para ver "quién llega antes" a la normalización de las relaciones con Cuba y ha señalado que la propuesta de deshielo con Cuba defendida con Obama todavía tiene que recabar el visto bueno de la Cámara de Representantes y del Senado, donde los republicanos, sospecha el diputado 'popular', "no van a apoyar con el mismo entusiasmo esa apertura".
El eurodiputado ha dejado claro que el PPE espera del régimen castrista "una apertura, la liberación de los presos políticos" que quedan y "un cambio en sus acercamientos".
Por eso, ha calificado de "mala noticia" que el Gobierno cubano no se haya querido sentar con los europeos en noviembre pasado y tampoco ahora en enero cuando ambas partes tenían que entrar a discutir la cuestión de los Derechos Humanos. "Entiendo que es un episodio sensible para ellos, pero no menos para nosotros y tiene que cerrarse el capítulo de derechos humanos para poder seguir avanzando en el cambio de esa Posición Común", ha advertido. "Pero no es la UE sino Cuba la que no ha querido sentarse en la mesa", dijo.