En la mañana de este jueves fue entronizada en los Jardines de El Vaticano una réplica en bronce de la imagen de la Virgen de la Caridad que se guarda en Cuba en el Santuario Nacional de El Cobre.
En la ceremonia estuvieron presentes seis obispos católicos cubanos, incluyendo al presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), y arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, y el Secretario de Estado Emérito vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone,.
Los otros prelados que viajaron a Roma para la ocasión fueron el Obispo de Santa Clara, Arturo González Amador; el Obispo Auxiliar de la Habana, Juan de Dios Hernández-Ruíz; vicepresidente y secretario general de la COCC; el Obispo de Holguín, Emilio Aranguren Echeverría; el Obispo de Guantánamo–Baracoa, Wilfredo Pino Estévez; y el Obispo Emérito de Holguín, Héctor Peña Gómez.
También asistieron el cardenal Giuseppe Bertello, y funcionarios de la gobernación del Estado Vaticano.
La imagen de bronce fundido, que ahora descansa sobre un pedestal de mármol, había sido llevada a la Ciudad Eterna por los obispos cubanos con motivo de su última visita ad limina en mayo de 2008. Fue bendecida por el entonces Papa Benedicto XVI. Tras la ceremonia se sumó a otras doce ya presentes en los jardines, como la Virgen de Guadalupe, patrona de México y la Virgen de Lourdes, (Francia).
Al presentar a Dios Padre a la patrona de Cuba, después de que la imagen fuera develada y rociada con agua bendita, Bertone rogó que “los fieles que elaboraron la efigie” (…) “tengan una fe inquebrantable y una firme esperanza, así como una caridad diligente y una sincera humildad; que tengan fortaleza en el sufrimiento, dignidad en la pobreza, paciencia en la adversidad, donación en la prosperidad, que trabajen por la paz, y luchen por la justicia”.
En la estela del Nuncio
Las palabras del secretario de Estado Emérito se escucharon como un eco políticamente correcto del reciente y revelador testimonio ofrecido durante una misa en Vignacastrisi, provincia italiana de Lecce, por el Nuncio Apostólico en la isla, Bruno Musaró.
El enviado vaticano, citado por un diario local, detalló las que calificó como "condiciones de pobreza absoluta y degradación humana y cívica en que vive el pueblo cubano, víctima de una dictadura socialista que lo ha mantenido subyugado por 56 años”.
Narró escenas cotidianas cubanas como las de los profesionales doblando turno como camareros para compensar sus bajos salarios, las severas condenas de cárcel por matar una res, y los padres preguntándose cómo dar de comer a sus hijos: “La gente muere de hambre mientras el Estado ensalza a la Revolución”, dijo el prelado, y concluyó que "sólo la libertad puede darle esperanza al pueblo cubano".
La corresponsal en Europa de Martinoticias María García, presente en la ceremonia de los Jardines del Vaticano reportó, luego de entrevistarse con varios de los obispos cubanos, que para la mayoría ─aunque nunca lo dirían en público─ lo que hizo el Nuncio fue simplemente constatar la realidad de Cuba.
En las primeras reacciones desde dentro de la Iglesia cubana, el presidente de la conferencia espiscopal, Dionisio García Ibáñez, hizo cautas declaraciones dirigidas, a juicio de la periodista, a bajar la tensión informativa.
García Ibáñez dijo que en Cuba la Iglesia Católica trabaja “con la sociedad” por mejorar las condiciones de vida y también para “tratar de que esas diferencias y esas cargas de todo tipo que el cubano tiene, podamos ponernos, como hermanos, a tratar de ver cómo superar eso”.
El arzobispo de Santiago aseguró desconocer si ha habido alguna protesta formal del gobierno cubano, aunque opinó que no habrá repercusiones ulteriores para la permanencia del nuncio en Cuba. Consideró que éste emitió una opinión a título personal, diciendo "lo que creyó que tenía que decir".
El obispo de Santa Clara, Arturo González, señaló que en conversación con el embajador de Cuba ante el Estado Vaticano, Rodney Alejandro López-Clemente, que asistiera a la entronización de la imagen de la virgen, se abordó el asunto, pero todo quedó “así, sin mayor importancia”.
A continuación, con detalles de la ceremonia en los Jardines del Vaticano, otra entrega informativa de María García.