El presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, subrayó en La Habana que el renombrado vallista Dayron Robles no podrá competir más representando la bandera de su país después de abandonarlo, pedir la baja de la selección nacional y afiliarse a un club europeo.
Robles, campeón olímpico en 110 metros con vallas en Pekín (2008) y recordista mundial entre ese año y el 2012, actualmente afiliado al AS club de Mónaco ha subrayado que su conducta no viola ninguno de los reglamentos establecidos por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
El directivo cubano dijo a JIT, publicación oficial del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de Cuba (INDER), que si Robles quiere “competir por un Club o cuando corresponda, según el Reglamento IAAF por otro país, que lo haga. Es su decisión y la del club o país que lo acepte, pero por Cuba, repito, no podrá competir más”.
Juantorena declaró a la publicación que antes de pedir la baja de la selección nacional y abandonar la isla el atleta “tenía unas ideas peregrinas de crear una escuela de vallas, paralela, independiente de la Federación Cubana, y le explicamos que eso no era posible”.
Echó en cara además a Robles que en Cuba siempre se le brindó atención de salud “priorizada” y ayuda permanente. “Es algo bien conocido y demostrado que contamos con un sólido sistema médico a disposición de nuestros deportistas”, dijo.
Juantorena también desmintió versiones según las cuales se le debía dinero al deportista. “No tenemos ninguna deuda con él, siempre recibió los porcientos estipulados para los premios que entran por los bancos”, señaló.
Poniendo de relieve cómo el gobierno privilegia a los atletas que ganan medallas para Cuba, dijo recordar que también se le entregó “como estímulo”, tras recibir su medalla de oro olímpica en Pekín, “un automóvil Peugeot, una casa en Guantánamo, su provincia natal, y estaba planificado entregarle otra en La Habana”.
Robles, campeón olímpico en 110 metros con vallas en Pekín (2008) y recordista mundial entre ese año y el 2012, actualmente afiliado al AS club de Mónaco ha subrayado que su conducta no viola ninguno de los reglamentos establecidos por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
El directivo cubano dijo a JIT, publicación oficial del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de Cuba (INDER), que si Robles quiere “competir por un Club o cuando corresponda, según el Reglamento IAAF por otro país, que lo haga. Es su decisión y la del club o país que lo acepte, pero por Cuba, repito, no podrá competir más”.
Juantorena declaró a la publicación que antes de pedir la baja de la selección nacional y abandonar la isla el atleta “tenía unas ideas peregrinas de crear una escuela de vallas, paralela, independiente de la Federación Cubana, y le explicamos que eso no era posible”.
Echó en cara además a Robles que en Cuba siempre se le brindó atención de salud “priorizada” y ayuda permanente. “Es algo bien conocido y demostrado que contamos con un sólido sistema médico a disposición de nuestros deportistas”, dijo.
Juantorena también desmintió versiones según las cuales se le debía dinero al deportista. “No tenemos ninguna deuda con él, siempre recibió los porcientos estipulados para los premios que entran por los bancos”, señaló.
Poniendo de relieve cómo el gobierno privilegia a los atletas que ganan medallas para Cuba, dijo recordar que también se le entregó “como estímulo”, tras recibir su medalla de oro olímpica en Pekín, “un automóvil Peugeot, una casa en Guantánamo, su provincia natal, y estaba planificado entregarle otra en La Habana”.