Las duras medidas adoptadas por el gobernante Raúl Castro en Cuba contra la corrupción y la ineficiencia están llevando a los negocios extranjeros a irse de la isla, dice en un artículo el diario británico Financial Times.
El periódico sostiene que como resultado corren peligro las inversiones necesarias para que tenga éxito el programa de reformas económicas puesto en vigor por el gobierno cubano.
Según el Times, que cita como fuentes a personas con acceso a información gubernamental, el número de empresas “joint venture” (parte cubana, parte extranjeras) ha disminuido a no más de 240, cuando en 2009 llegaron a ser 258.
Una de las más recientes empresas en irse de la isla –dice-- fue Unilever, el gigante británico-holandés de productos de consumo, después de haber hecho negocios durante 15 años con las autoridades cubanas.
Al mismo tiempo, señala, el hallazgo de petróleo en el mar que La Habana cifraba como esperanza para poder acceder a capital internacional e independizarse de la ayuda de Venezuela, ha sido infructuoso luego de que la firma española Repsol informó la semana pasada que el primero de tres pozos de prueba no tenía crudo.
Otras cuatro firmas “joint venture” controladas por dos compañías canadienses están en proceso de ser “liquidadas”, apunta el periódico, que además recuerda que dos ejecutivos de la británica Coral Capital, que invirtió $75 millones de dólares en Cuba, siguen arrestados sin haber sido todavía encausados pero bajo sospechas de corrupción.
También subraya que aunque Castro prometió revisar los engorrosos procedimientos para la inversión extranjera, los promotores de varios proyectos para construir campos de golf siguen esperando que se los aprueben, y hay varias empresas que han estado negociando proyectos en la industria azucarera desde 2006.
Otro de los planes aún por materializar, agrega, es el multimillonario proyecto para expandir la refinería de Cienfuegos y construir en sus inmediaciones un complejo petroquímico anunciado hace años.
De acuerdo con el Times, una mayoría de expertos y diplomáticos creen que los planes de Castro para despedir hasta un millón de trabajadores estatales y sacar al país de su atolladero económico “fracasarán sin la afluencia de grandes inversiones directas o un gran descubrimiento de petróleo en el Golfo de México”.
La necesidad de socios extranjeros es especialmente aguda, añade, dado el incierto futuro de su aliado enfermo de cáncer, el presidente venezolano Hugo Chávez, quien proporciona a la isla alrededor de 115.000 barriles diarios de petróleo subsidiado, y enfrenta elecciones en octubre próximo que podría perder.
El periódico sostiene que como resultado corren peligro las inversiones necesarias para que tenga éxito el programa de reformas económicas puesto en vigor por el gobierno cubano.
Según el Times, que cita como fuentes a personas con acceso a información gubernamental, el número de empresas “joint venture” (parte cubana, parte extranjeras) ha disminuido a no más de 240, cuando en 2009 llegaron a ser 258.
Una de las más recientes empresas en irse de la isla –dice-- fue Unilever, el gigante británico-holandés de productos de consumo, después de haber hecho negocios durante 15 años con las autoridades cubanas.
Al mismo tiempo, señala, el hallazgo de petróleo en el mar que La Habana cifraba como esperanza para poder acceder a capital internacional e independizarse de la ayuda de Venezuela, ha sido infructuoso luego de que la firma española Repsol informó la semana pasada que el primero de tres pozos de prueba no tenía crudo.
Otras cuatro firmas “joint venture” controladas por dos compañías canadienses están en proceso de ser “liquidadas”, apunta el periódico, que además recuerda que dos ejecutivos de la británica Coral Capital, que invirtió $75 millones de dólares en Cuba, siguen arrestados sin haber sido todavía encausados pero bajo sospechas de corrupción.
También subraya que aunque Castro prometió revisar los engorrosos procedimientos para la inversión extranjera, los promotores de varios proyectos para construir campos de golf siguen esperando que se los aprueben, y hay varias empresas que han estado negociando proyectos en la industria azucarera desde 2006.
Otro de los planes aún por materializar, agrega, es el multimillonario proyecto para expandir la refinería de Cienfuegos y construir en sus inmediaciones un complejo petroquímico anunciado hace años.
De acuerdo con el Times, una mayoría de expertos y diplomáticos creen que los planes de Castro para despedir hasta un millón de trabajadores estatales y sacar al país de su atolladero económico “fracasarán sin la afluencia de grandes inversiones directas o un gran descubrimiento de petróleo en el Golfo de México”.
La necesidad de socios extranjeros es especialmente aguda, añade, dado el incierto futuro de su aliado enfermo de cáncer, el presidente venezolano Hugo Chávez, quien proporciona a la isla alrededor de 115.000 barriles diarios de petróleo subsidiado, y enfrenta elecciones en octubre próximo que podría perder.