Cinco décadas después de que Fidel Castro ordenó cerrar los campos de golf en Cuba porque lo consideró un deporte “elitista” el gobierno comunista de la isla ha aprobado la construcción de un centro turístico de lujo para jugarlo, destaca este lunes un artículo en la página digital de la BBC.
El campo de 18 hoyos, que se llamará Carbonera Club, es resultado de un proyecto “joint venture” con la firma británica Esencia a un costo de $350 millones de dólares, y es el primero autorizado por el gobierno entre una docena de obras similares todavía en fase de estudio.
El paso es una señal de los tiempos de cambio en la isla debido a que el gobierno busca nuevas fuentes de ingreso para financiar la revolución socialista, dice el artículo.
Manuel Marrero, ministro de Turismo cubano, dijo a la BBC que el campo “será un complemento importante a las ofertas turísticas de Varadero y el comienzo de una nueva política para incrementar la presencia del golf en Cuba”.
Según el ejecutivo principal de la empresa británica, Andrew McDonald, las labores de construcción comenzarán el año próximo en un terreno que cubre 170 hectáreas (unas 12 caballerías y media) e incluye una comunidad cerrada, cuidada por un guardia o portero, con 650 apartamentos o villas, spa, club náutico y canchas de tenis.
Un segundo proyecto, con inversión china, se espera que sea aprobado a fines de año, y gracias al golf será la primera vez que extranjeros podrán comprar propiedades en urbanizaciones en la isla tras un fugaz experimento realizado en los años 1990, dice la publicación.
Los golfistas dan vida a una industria multimillonaria en todo el mundo, y de acuerdo con Gabriel Álvarez, funcionario encargado de desarrollar el golf en la isla, Cuba podría ser un destino privilegiado “La gente que se jubila en Canadá y Europa buscan con frecuencia un segundo hogar”, explicó.
Hasta ahora desde los años 90, cuando el régimen empezó a desarrollar el turismo extranjero, sólo ha habido un campo de golf de 18 hoyos en Varadero, pero antes de 1959 en la isla había al menos siete, mayormente frecuentados—destaca BBC—por gente adinerada y visitantes estadounidenses.
El turismo es una de las mayores fuentes de ingreso del gobierno cubano, y el año pasado visitaron la isla 2,8 millones de personas principalmente atraídas por paquetes turísticos y las playas, “pero los números sugieren que los turistas que juegan golf pasan cuatro veces más tiempo que los que buscan solearse—agrega—y Cuba quiere tener acceso a ese potencial”.
El campo de 18 hoyos, que se llamará Carbonera Club, es resultado de un proyecto “joint venture” con la firma británica Esencia a un costo de $350 millones de dólares, y es el primero autorizado por el gobierno entre una docena de obras similares todavía en fase de estudio.
El paso es una señal de los tiempos de cambio en la isla debido a que el gobierno busca nuevas fuentes de ingreso para financiar la revolución socialista, dice el artículo.
Manuel Marrero, ministro de Turismo cubano, dijo a la BBC que el campo “será un complemento importante a las ofertas turísticas de Varadero y el comienzo de una nueva política para incrementar la presencia del golf en Cuba”.
Según el ejecutivo principal de la empresa británica, Andrew McDonald, las labores de construcción comenzarán el año próximo en un terreno que cubre 170 hectáreas (unas 12 caballerías y media) e incluye una comunidad cerrada, cuidada por un guardia o portero, con 650 apartamentos o villas, spa, club náutico y canchas de tenis.
Un segundo proyecto, con inversión china, se espera que sea aprobado a fines de año, y gracias al golf será la primera vez que extranjeros podrán comprar propiedades en urbanizaciones en la isla tras un fugaz experimento realizado en los años 1990, dice la publicación.
Los golfistas dan vida a una industria multimillonaria en todo el mundo, y de acuerdo con Gabriel Álvarez, funcionario encargado de desarrollar el golf en la isla, Cuba podría ser un destino privilegiado “La gente que se jubila en Canadá y Europa buscan con frecuencia un segundo hogar”, explicó.
Hasta ahora desde los años 90, cuando el régimen empezó a desarrollar el turismo extranjero, sólo ha habido un campo de golf de 18 hoyos en Varadero, pero antes de 1959 en la isla había al menos siete, mayormente frecuentados—destaca BBC—por gente adinerada y visitantes estadounidenses.
El turismo es una de las mayores fuentes de ingreso del gobierno cubano, y el año pasado visitaron la isla 2,8 millones de personas principalmente atraídas por paquetes turísticos y las playas, “pero los números sugieren que los turistas que juegan golf pasan cuatro veces más tiempo que los que buscan solearse—agrega—y Cuba quiere tener acceso a ese potencial”.