Cuando llegaron al estacionamiento de la clínica pediátrica ABC de Brownsville, Texas, donde el reo que conducía sería atendido por un dentista, el custodio José Antonio Tella se bajó de la “jaula” móvil y fue a sacarlo. Por falta de suficiente personal, Tella iba solo.
Miguel Díaz García, un cubano de 38 años, era considerado peligroso por sus antecedentes penales en el condado Cameron (robo en vivienda habitada, asalto con agravantes, amenazas terroristas y robo de vehículo) y por tanto debió ser cacheado y luego subido a la furgoneta tras ser esposado y ponerle un grillete en los tobillos.
Pero cuando Tella abrió la puerta, Díaz García, sin esposas ni grillete, le saltó encima y le hirió gravemente en el cuello, con un arma improvisada a partir de un cepillo de dientes y una cuchilla de afeitar. En unos segundos Díaz desarmó al custodio herido, que se refugió en el interior del vehículo; se aseguró de quitarle también los cargadores de su pistola Glock 22 calibre .40, y huyó a pie.
Según la policía de Brownsville, el cubano, que estaba preso por una orden de detención de la policía de inmigración y aduanas, ICE, cruzó entonces un vecindario ubicado detrás de la clínica, atravesó nadando una "resaca" o canal, y se dirigió al patio de una casa en la calle Fruitdale del noreste de Brownsville, donde encontró abierta la puerta trasera .
Adentro halló a Mario Alfredo Martínez, un ciudadano mexicano de 57 años de edad, y su esposa, que se encontraban de visita. Díaz encañonó a Martínez, exigiéndole que le entregara las llaves de su auto. El hombre no opuso resistencia y trató de calmar al intruso, pero una vez que cumplió con lo que le pedían, este le asesinó a tiros a sangre fría.
Díaz huyó en el vehículo, de un modelo reciente, pero la esposa de Martínez que había visto todo, llamó al número telefónico de emergencias 911.
El fugitivo se dirigió entonces a las afueras de la ciudad y tomó a alta velocidad (190 kph) la carretera 77. Allí se desató la persecución, en la que tomaron parte seis cuerpos policiales de la zona y del Estado. Los agentes lograron cerrarle el paso en la zona industrial de San Benito y allí tuvo lugar un intercambio de disparos con el prófugo hasta que este fue abatido. Fue entonces transportado en ambulancia al hospital de la ciudad de Harlingen, donde fue declarado muerto.
La policía investiga cómo pudo Díaz García sacar el arma improvisada de la cárcel del condado Cameron y luego quitarse las esposas y el grillete. En la conferencia de prensa se precisó que en el cuerpo del reo se identificó un particular tatuaje con el lema “Muerte antes que deshonra” e insignias de las fuerzas especiales cubanas.
El jefe de la Policía de Brownsville, Orlando Rodríguez, dijo que Díaz “no era ajeno a (las prácticas de) la policía”.
[Redactado por Rolando Cartaya con información de El Mañana, KRGV 5 y el Brownsville Herald]