Para los vecinos del poblado pesquero Mártires de la Frontera, municipio guantanamero de Caimanera, la normalización de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba pudiera abrir una oportunidad de trabajo en la Base Naval norteamericana de Guantánamo.
"Creo que es tiempo de que los cubanos podamos comenzar a trabajar ahí de nuevo", dijo Rafael Velázquez, vecino del lugar, entrevistado por el sitio en internet Local10.com, de WPLG, una afiliada en Miami de la cadena de televisión estadounidense ABC.
La televisora dedicó a Guantánamo su más reciente serie informativa titulada Cuba: de costa a costa, en la cual enfatizó el presente y la historia de la base naval estadounidense en la región que, según el reportaje, "no tiene muchos atractivos turísticos".
Velázquez explica que prácticamente ninguno de los 550 residentes de Mártires de la Frontera tiene contacto con la gente de la base. La única conexión que existe son los cubanos que se retiraron de su trabajo en 2012, y recibieron una abultada suma por su jubilación.
Hay 23 cubanos que durante décadas han vivido en la Base, desde que se jubilaron, pero no pueden entrar a territorio cubano. El reportaje no explica si la prohibición parte de Estados Unidos o de Cuba.
La Marina de Estados Unidos informó en 2010 que había 30 cubanos viviendo en la Base y que tres de ellos –Harry Henry, Luis la Rosa y Ricardo Simono– pasaban diariamente al lado cubano por la puerta del noreste y eran responsables de entregar sus pensiones a los retirados que vivían en Cuba.
La Rosa y Henry cruzaron esa puerta por última vez en diciembre del 2012. Velázquez dijo que ellos todavía viven.
Estados Unidos encontró la forma de pagar unos $45.000 en pensiones a los 67 cubanos retirados que trabajaron en la Base, un promedio de $684 mensuales, prometidos por el presidente Kennedy.
Algunos de los cubanos que permanecieron del lado estadounidense y tuvieron allí sus familias se mudaron al sur de la Florida. Otros murieron allí.