Yandy Díaz parece decidido a convertirse en el tercer cubano en ganar un título de los bateadores en las Grandes Ligas.
Sólo el miembro del Salón de la Fama Tony Olivia, quien lo hizo tres veces (1964, 1965 y 1971) y Yuli Gurriel (2021) han terminado con el average más alto, ambos en la Liga Americana.
Ahora el hijo de Jorge “La Araña” Díaz, primera base de los Rays de Tampa Bay, podría seguir los pasos de Oliva y Gurriel, pues encabeza a todos los bateadores del joven circuito, con promedio de .323, y el bate no parece pesarle después de más de cuatro meses de una agotadora temporada.
En la semana del lunes 7 al domingo 13 de agosto, Yandy disparó 11 hits en 25 turnos, para average de .440, con cuatro carreras anotadas e igual cifra de impulsadas.
Como extrabases, el villaclareño dio tres dobletes y su promedio de slugging fue de .560.
Su compañero de equipo, Randy Arozarena, tuvo un despertar en los últimos siete días, luego de atravesar un pequeño slump. El Charro de Vueltabajo se fue de 23-7 (.304), con tres anotadas y tres remolcadas, par de biangulares y slugging de .391.
Díaz y Arozarena son fundamentales para los Rays en la recta final de la contienda, en la que el equipo batalla por entrar a la postemporada y cuando podrían perder quién sabe por cuánto tiempo al estelar campocorto dominicano Wander Franco, objeto de una investigación de MLB por alegaciones de que tuviera una relación con una menor de edad.
Otra figura clave para su equipo, en camino a los playoffs, es el cerrador de los Bravos de Atlanta, Raisel Iglesias.
El lanzador de la Isla de Pinos salió a trabajar en cuatro partidos en la semana, entre los cuales completó cuatro episodios.
Aunque toleró cuatro imparables y regaló un boleto, propinó seis ponches y dejó en blanco a sus rivales, para una efectividad de 0.00 y par de juegos salvados, con los que llegó a 22 rescates en el año.
Otro relevista que ha sido un cerrojo a lo largo de toda la campaña es el avileño Yennier Cano, de los Orioles de Baltimore.
Esta semana no fue diferente. Cano fue llamado cuatro veces para salir desde el bullpen y en tres innings y un tercio no permitió carrera, abanicó a tres y se apuntó su vigesimoséptimo hold del campeonato.
Yoan Moncada, antesalista de los Medias Blancas de Chicago, tuvo una rara buena semana, en medio de otra decepcionante temporada del cienfueguero.
En 22 turnos, Moncada despachó siete cohetes, para average de .318, con tres anotadas e igual cifra de empujadas.
Cuatro de sus siete hits fueron extrabases, tres biangulares y un bambinazo, para slugging de .591, pero mantuvo su elevada tasa de ponches por encima del 30 por ciento de los turnos, al abanicar siete veces.
El habanero Jorge Soler, de los Marlins de Miami, le dio en la cara a la pelota, en una semana en la que el manager Skip Schumacher aplicó un inexplicable experimento sabermétrico y lo colocó como primer bate en la alineación.
SolerPower se fue de 15-5 (.333), con dos anotadas y tres remolques, par de vuelacercas y slugging de .733. Ahora acumula 28 batazos de vuelta completa y se acerca a la treintena por segunda vez en diez temporadas que lleva en las Mayores.
Y el guantanamero Julio Pablo Martínez, luego de cinco años en las Menores, hizo esta semana su debut en el mejor béisbol del mundo.
El jardinero de los Rangers de Texas lució bien sus primeros 11 turnos, al conectar cuatro cohetes (.364).
Uno de sus imparables fue de dos bases, anotó una carrera e impulsó otra, mientras dejó su slugging en.455.
Frío, frío
Adolis García, de los Rangers, tuvo una semana para el olvido, al ligar apenas tres imparables en 23 turnos, para un anémico average de .130.
En 11 de esos turnos, El Bombi se ponchó, pero, sobre todo, lo más llamativo fue que no impulsó ninguna carrera en siete días.
Aun así, mantiene el liderazgo de las remolcadas en la Liga Americana, con 89, aunque Kyle Tucker, de los Astros de Houston, se le ha pegado peligrosamente, con 88.
(Puedes seguir a Jorge Morejón en @labolanostra)
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