El primero de mayo de 2016 entró en vigor el Memorando de Entendimiento entre el Gobierno de Cuba y el Gobierno de México para, según asegura, garantizar un flujo migratorio regular, ordenado y seguro entre ambos países.
El acuerdo migratorio entre México y Cuba contempla la repatriación de los cubanos que ingresan ilegalmente al país, sin embargo hasta hoy las autoridades consulares cubanas demoraban el reconocimiento de sus nacionales, lo que incide en el tiempo de estancia de éstos en territorio mexicano. La ley mexicana marca un plazo máximo de 60 días para obtener esta información.
Por ello la mayoría de los cubanos tramitados en el Instituto Nacional de Migración (INM) de México obtiene el llamado salvoconducto u "oficio de salida" con el que pueden seguir camino hacia Estados Unidos.
En 2015, de 4.805 cubanos fueron presentados ante la autoridad migratoria sólo fueron devueltos a la isla 243.
El referido Memorando, reafirmado en México el 6 de noviembre de 2015, “tiene como objeto establecer un marco legal que con un enfoque integral y bajo el principio de responsabilidad compartida, estimule y garantice un flujo migratorio legal, ordenado y seguro entre ambas partes, y contribuya a potenciar la cooperación entre ambos países para la lucha contra la migración ilegal, el tráfico de personas y la trata, así como todos los delitos asociados a estos ilícitos, como el robo y secuestro de naves y aeronaves”, según un comunicado de la cancillería cubana.
En noviembre Cuba y México reafirmaron ese memorando de entendimiento en materia migratoria, como parte de la agenda del general cubano Raúl Castro durante su primera visita oficial a ese país, donde fue recibido en Mérida, Yucatán, por el presidente Enrique Peña Nieto.
En aquella ocasión Peña Nieto aseguró que el acuerdo permite "combatir y prevenir la trata de personas y otros delitos asociados a la migración".
En el memorando migratorio, firmado inicialmente entre Cuba y México en el 2008, ambas naciones se comprometen a “fortalecer los mecanismos que permitan prevenir y combatir la migración ilegal, el tráfico ilícito de personas y la trata, así como todos los delitos asociados a estos ilícitos (…) y establecer el intercambio de información y cooperación en la esfera migratoria, entre otros aspectos".
Según el acuerdo de 2008, México y Cuba se comprometen a:
- Devolver a todos los nacionales que sean aceptables para la contraparte.
- Aceptar la devolución de todos sus nacionales
- Cuba aceptará la devolución de los cubanos que ingresen directa e ilegalmente al territorio mexicano; se encuentren temporalmente en el exterior dentro de los términos legales establecidos por sus normativas migratorias y que tengan una situación migratoria irregular en el territorio mexicano, con excepción de los autorizados a viajar a los Estados Unidos de América; y hayan emigrado directa e ilegalmente a países de Centroamérica, y estén en situación irregular en territorio mexicano, siempre y cuando se encuentren comprendidos dentro del plazo contado desde su salida de Cuba, que será establecido por la vía diplomática.
En abril de 2016, México comunicó su decisión de no servir de nuevo como un puente aéreo para los migrantes cubanos varados en Panamá, como lo hizo en el primer trimestre del año para los más de 9.000 que estaban en Costa Rica y Panamá.
