La detención de 14 jóvenes en Cuba que intentaban llegar a la Base Naval de Guantánamo tras un rumor infundado que recorrió la isla ha provocado la indignación en Cuba de familiares que se preguntan por qué casi dos meses después el gobierno cubano no ha desmentido la falsa noticia.
El rumor, que aparentemente surgió en las redes sociales y luego se extendió por todo el país, decía que un barco enviado por el presidente estadounidense Donald Trump aguardaba en el enclave militar de EEUU en el oriente de la isla para acoger a los cubanos que decidieran abandonar el país.
Yuliet Yero, esposa de Rafael Badari Sánchez Ruiz, quien junto a Danner Manuel Estrada Gorra fue deportado a territorio guantanamero luego de haber penetrado en la Base Naval estadounidense, dijo a Radio Martí que los dos jóvenes cruzaron por el campo minado, nadaron, y llegaron a la otra orilla, donde fueron interceptados por soldados de la Base Naval.
Quince días después fueron devueltos a territorio cubano. Durante ese tiempo nunca informaron sobre su estado a los familiares, que temían por sus vidas, porque “habían explotado minas, y no teníamos conocimiento de si estaban vivos o no”, dijo Yero.
Los familiares solo pudieron ver a los detenidos cuatro días después de ser repatriados. “Cuando los vimos [en las oficinas de Operaciones de la Seguridad del Estado en Guantánamo] no pudieron hablar nada, tenían la cabeza baja (…) parece que les estaban impidiendo que nos dijeran como fueron las cosas”, añadió.
Yero explicó que las autoridades estadounidenses entregaron a los jóvenes un salvoconducto, y una nueva muda de ropa, porque la que llevaban estaba muy deteriorada por la travesía, y los guardafronteras cubanos “se las quemaron delante de ellos y el documento se lo quitaron, y no se lo devolvieron”.
Según dijeron los dos jóvenes a sus familiares, el salvoconducto decía que eran entregados “en perfecto estado de salud”, y que al llegar a territorio de Cuba “debían ser liberados”, pero llevan más de 15 días bajo arresto en una cárcel guantanamera a la espera de un proceso judicial.
“Hoy nos avisaron que teníamos que contratar a un abogado para poder defenderlos, es decir, que van a juicio”, dijo Yero.
Una funcionaria de la Embajada de EEUU en La Habana contactó este martes a los familiares de los dos jóvenes para interesarse sobre su situación, señaló la mujer.
Al momento de redactar esta información RadioTelevisionMarti.com no ha podido confirmar esa versión con la Embajada de EEUU en La Habana.
“Violación de perímetro y desobediencia”
Liznet Téllez Ruiz, residente en el poblado de Caimanera y esposa de Danner Manuel Estrada Gorra, de 24 años de edad, y hermana de Sánchez Ruiz, de 23 años, confirmó a Radio Martí lo dicho por Yero.
Añadió que su esposo le dijo que recibieron buen trato por parte de las autoridades estadounidenses en la Base Naval, “buena alimentación, les pusieron nueve vacunas”, señaló.
Los dos jóvenes, que posiblemente el lunes sean llevados a juicio, según Téllez Ruiz, son acusados de “violación de perímetro y desobediencia”, lo que podría conllevar una sanción “de tres meses a un año de privación de libertad”.
La joven dijo a Radio Martí que aunque busquen a un abogado para que los defiendan, saben que los letrados están “a favor del gobierno”.
Otro joven, residente en La Habana, habría pasado 21 días en la Base Naval antes de ser también repatriado e igualmente detenido en el Combinado Sur de Guantánamo, según dijo Téllez Ruiz, citando el testimonio de su esposo.
El rumor desata una pesadilla
Junto con estos dos jóvenes, otros 12 fueron detenidos por intento de salida ilegal del país, 8 de Cienfuegos 2 de Holguín y 2 de Guantánamo.
Desde la provincia de Cienfuegos, Edil Aníbal Martell, padre del joven Aniel Martell, de 26 años de edad, uno de los ocho cienfuegueros que se encuentran en la prisión provincial de Guantánamo luego de ser arrestados en Caimanera cuando intentaban penetrar de forma ilegal en la Base Naval, dijo que los hechos ocurrieron el 4 de marzo.
Martel explicó que se enteró de lo sucedido por la policía, que visitó a los familiares de los jóvenes para informarles que se encontraban detenidos en Guantánamo por intentar llegar a la Base Naval.
Al momento del arresto los jóvenes fueron maltratados por los agentes cubanos, aseguró Martell. “A mi hijo lo zambulleron en el agua tres veces, le pusieron una capucha, lo arrastraron. A los otros les dieron piñazos, golpes, les ponían las botas de casquillo en la cabeza, le apuntaron con el revolver en la boca”, dijo el padre, quien supo de la verdadera situación de su hijo “a los ocho o diez días” porque al principio las autoridades “no dejaban que ellos hablaran”.
Según Martell, a estos ocho jóvenes se les acusa de “salida ilegal” del país. El cienfueguero explicó que indagaron con la Fiscalía por qué solo encausaban a sus hijos si “a gente de todo el país los viraron (…) había gente por todos los lugares, ¿por qué esa represalia con esos ocho?”.
El rumor supuestamente se extendió a través de las redes sociales, “se regó en todos los lugares”, dijo Martell.
Francisco Pilar Conde, padre del joven cienfueguero Jesús Miguel Aguilar, de 26 años,otro de los capturados por los guardafronteras cubanos, dijo que “todo comenzó con un comentario que se regó en la localidad donde vivimos, y al final se regó en toda Cuba, de que había un barco (…) y todo el que llegara a ese barco sería trasladado hacia los Estados Unidos”.
Ante este rumor las autoridades “lejos de desmentirlo lo que hicieron fue callarse y poner retenes en la carretera de ciento y pico, 200 guardias, en vez de informárselo a la población”, cuestionó Conde. “Si lo hubieran informado mi hijo estuviera en esa situación”, recalcó.
El padre de Jesús Miguel fue citado a las oficinas de la Seguridad del Estado, y allí le dijeron que su hijo estuvo “a punto de caer en unas minas”, y le dieron a entender que “eso había sido una maniobra de los Estados Unidos, que habían engañado a la gente para hacer algo parecido a lo que pasó en Venezuela”.
Dos oficiales de la Seguridad del Estado visitaron luego a Conde en su vivienda y le dijeron que los jóvenes serían “trasladados a Cienfuegos, que no fuera a Guantánamo (…) y estuve una semana y tanto esperando por la llegada de mi hijo”. Luego supo que los familiares de los otros detenidos habían viajado a Guantánamo y salió para allá. Al llegar, supo que Jesús Miguel y los otros siete se encontraban detenidos en el Departamento Técnico de Investigaciones del Ministerio del Interior, y serían trasladados al Combinado Sur.
Conde dijo que el grupo de jóvenes se adentró en el monte para evitar los retenes, y los guardafronteras “salieron al parecer a cazarlos con perros”, ante lo cual se dispersaron y terminaron perdidos entre la maleza.
Su hijo quedó en un grupo de cuatro, uno de los cuales se desmayó. Decidieron entonces entregarse, y llamaron a las autoridades, pero cuando los guardias llegaron al lugar los golpearon, y al desmayado le pusieron una bota de casquillo en la cabeza, les apuntaban con las pistolas, y las rastrillaban, dijo Conde, según el testimonio de Jesús Miguel.
El hombre dijo que el fiscal con el que se entrevistaron en Guantánamo les aconsejó “que no pongamos abogado (…) porque en definitiva ellos cometieron un delito”.
Rumor aún sin desmentido oficial
El abogado y periodista Roberto Jesús Quiñones Haces, residente en Guantánamo, dijo a Radio Martí que “la mayoría de los cubanos desconocen que no se puede entrar a la Base Naval, porque hay un solo punto de entrada (…) que está controlado por militares de ambos países (…) el resto del perímetro fronterizo está altamente minado y es muy peligroso atravesarlo”.
Quiñones relata que el 22 de febrero pasado, dos días antes de que se celebrara en la isla el referendo constitucional, viajaba de Cienfuegos a Guantánamo, y el ómnibus fue detenido en el punto de control junto a otros vehículos, y “un gran número de militares de las fuerzas especiales del MININT y de las Fuerzas Armadas, que estaban deteniendo allí a todas las personas que no residían en Guantánamo".
El abogado añadió que se les exigía que dieran un número de teléfono para confirmar el motivo de su visita a la provincia, y si no podía ser confirmado, eran detenidos.
El también periodista dijo que en investigaciones que hizo sobre estos hechos algunos residentes comentaron que “en Caimanera había más de 150 ciudadanos detenidos porque habían logrado llegar hasta el poblado atravesando los campos”.
Luego se tomaron medidas más drásticas, dijo Quiñones, hasta el extremo de que en el circuito Sur de la provincia “fue limitada la circulación y verificada la entrada y salida de ciudadanos, incluso guantanameros”.
Según rumores que el periodista no ha podido confirmar, hubo en la zona “hasta disturbios en los que las autoridades dispararon balas de goma a ciudadanos que intentaron traspasar esos controles”.
El abogado cuestionó que las autoridades cubanas no hayan advertido del falso rumor a la ciudadanía. “Me llama la atención que todavía estén sucediendo esos hechos y las autoridades cubanas, ni por el Noticiero Nacional de Televisión, ni por el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido, hayan esclarecido esto para evitar estos incidentes que pueden resultar peligrosos para la vida humana”, subrayó.
Quiñones señaló que en lugar de afrontar estos cuantiosos gastos al presupuesto estatal con la movilización de fuerzas especiales hacia Caimanera y otras áreas de la provincia, hubiese sido muy simple publicar “una nota oficial en el periódico Granma para que tantos cubanos no afluyeran hacía allí en la creencia de que está existiendo algo que realmente es una gran mentira, y sin embargo no ha habido ninguna intención por parte del gobierno cubano de esclarecer esto”.
El abogado, que desde hace 20 años tiene prohibido ejercer su profesión en Cuba, dijo que la práctica que se ha seguido siempre es que las autoridades de EEUU entregaban a los cubanos “que habían logrado pasar el perímetro fronterizo sorteando todos estos peligros”, y a estos no se les encausaba, solo se les levantaba un acta de advertencia y se les dejaba en libertad.
“Desconozco si ha cambiado el procedimiento”, señaló.
“Este hecho que les están imputando de violación del perímetro fronterizo no es ningún delito, por lo menos no existe en el Código Penal”, recalcó el abogado. El delito contemplado es el de “salida ilegal”.
Sobre el delito de desobediencia, dijo que solo es aplicable cuando un ciudadano es advertido por un agente de la ley, de que haga o no determinada acción. El abogado señaló que no tiene sentido aplicarlo en este caso si estos ciudadanos llegaron hasta el perímetro de la frontera y nadie los detuvo ni les advirtió nada.
Noticias falsas y redes hackeadas
En la capital, el activista y periodista independiente Lázaro Yuri Valle Roca dijo a Radio Martí que el rumor les llegó a través de una noticia falsa publicada en las redes sociales de opositores que fueron hackeadas por la Seguridad del Estado.
“La seguridad del Estado hackeó varias cuentas (…) nuestras y pusieron una noticia falsa de que Donald Trump había puesto un barco para los que quisieran abandonar el país ahí en la Base Naval de Guantánamo”, dijo Valle Roca.
La noticia falsa se difundió días antes del referendo constitucional, por lo que el activista señala -aunque advierte que no puedo esto afirmarse categóricamente- que quizás las autoridades buscaron desviar la atención de la campaña por el NO que varias organizaciones opositoras emprendieron en la isla.
“Con esas mismas noticias falsas que ellos crean nos quieren atacar a nosotros para sacarnos de circulación”, concluyó Valle Roca.
Un residente en el municipio holguinero de Gibara que prefirió no ser identificado dijo a Radio Martí que la falsa noticia “tuvo que ver con el referendo del 24 de febrero. Puerto Padre, Banes, y Gibara fueron prácticamente sitiados, igualmente Caimanera, por el sur de Oriente. No permitieron a los pescadores salir a sus labores diarias”.
Agregó que en Gibara “se llevaron presas a muchas personas que cogieron escondidos en las cuevas por esos supuestos barcos americanos que vendrían a recoger gente. Reforzaron la presencia de la PNR con Tropas Especiales (…) Detenían el transporte público, pedían carnet de identidad, y si no tenía dirección del municipio no podían entrar al pueblo”.
Los nombres de los 14 jóvenes detenidos son: Cienfuegos 1. Amari Martínez 2. Yordanis Ramírez 3. Yasdiel Galván 4. Aniel Martell 5. Lázaro Valdés 6. Jesús Miguel Aguilar 7. Carlos Antonio García 8. Tasmania Marcelino Mendoza Holguín 9. Roinel Espinoza 10. Adonis Domínguez Guantánamo 11. Arcelio Lechuga 12. Yorli Céspedes 13. Danner Manuel Estrada Gorra 14. Rafael Badari Sánchez Ruiz |
El gobierno de los Estados Unidos no apoya la inmigración ilegal, su política es promover una inmigración ordenada y segura.
(A partir de entrevistas concedidas al reportero Tomás Cardoso en el programa Hoy en Cuba, de Radio Martí)