Cuando el pelotero cubano Frederich Cepeda afirmó en la isla esta semana que le gustaría que sus compatriotas que juegan en las Grandes Ligas integren la selección nacional en los principales eventos internacionales, nos sorprendió su declaración y enseguida pensamos que algo grande se estaba "cocinando" en La Habana.
Efectivamente, pocas horas después, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Higinio Vélez, señalaba en el estadio Latinoamericano que las negociaciones secretas entre MLB y las autoridades cubanas continúan y que uno de los aspectos que se analiza es la posible reinserción de los cubanos de Grandes Ligas en la selección nacional.
Desde hace varios años, peloteros cubanos en las Mayores como Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman, Yasiel Puig y José Abreu han dicho que verían con buenos ojos esta posibilidad.
"Es una bonita oportunidad que se estén abriendo más puertas, y le agradecemos a toda aquella persona que esté contribuyendo con eso (...) se ve la luz que se puede llegar a jugar de nuevo béisbol de Grandes Ligas en Cuba", dijo en su momento Abreu a ESPN.
El ex industrialista Kendrys Morales advirtió el año pasado a las autoridades beisboleras cubanas que si no incluían a los cubanos de las Grandes Ligas en el equipo Cuba iban a seguir mordiendo el polvo de la derrota en las principales competencias internacionales.
"Yo quisiera representar a mi país. Ahí fue donde aprendí parte de mi carrera y sí me gustaría representarlo (...) "Creo que (las autoridades cubanas) deberían tomar esa decisión si quieren competir con el resto de los países. La decisión es de ellos. Si la quieren tomar, bienvenidos. Si no la quieren tomar seguirán perdiendo", dijo Morales a Martí Noticias (Bobby Salamanca Jr.) en marzo de 2016.
El anuncio de Vélez coincide con el juicio que le siguen en Miami, Florida, al agente Bartolo Hernández y el cazatalentos de Grandes Ligas Julio Estrada, acusados de contrabando de inmigrantes y complot. Los peloteros cubanos Jorge Padrón y Reinier Roibal señalaron a un jurado federal que ellos pagaron decenas de miles de dólares a una red de contrabandistas, que según la Fiscalía, era supervisada por Hernández y Estrada.
Es decir, la triste historia de los peloteros cubanos que tienen que abandonar la isla ilegalmente, arriesgando sus vidas y pagando altas sumas de dinero a los contrabandistas, para conseguir su sueño de jugar en las Grandes Ligas. Ellos dejan detrás sus familias y como si esto fuera poco, son insultados por el Gobierno cubano que los considera traidores.
Si las Grandes Ligas aceptan y Cuba autoriza que los que llamó "desertores" integren la selección nacional en eventos como el Clásico Mundial de Béisbol sería un giro de 180 grados en su doctrina deportiva, algo impensable mientras Fidel Castro se encontraba en el poder.
¿Cree usted que los peloteros cubanos de Grandes Ligas deben olvidar todo lo ocurrido e integrar el equipo Cuba en el futuro? Su opinión es valiosa para nosotros.