En relación con los puntos Wi-Fi en Cuba han comenzado a surgir una serie de negocios paralelos e inusuales para cualquier otro lugar en el mundo.
Según el camagüeyano y joven informático Reinier Agüero, en su provincia se puede pasar "hasta tres horas para comprar una tarjeta de conexión a internet" en los puntos de ETECSA, la empresa estatal que tiene el monopolio de las telecomunicaciones en la isla.
Para muchos "es preferible ir hasta el parque y toparse con muchos de estos revendedores de tarjetas y comprarlas a 2.50 o a 3 CUC", añadió Agüero.
Además de revender las tarjetas de acceso a internet, emprendedores independientes rentan y comparten la conexión a un menor precio. Por ejemplo, alguien compra una hora de conexión a internet y la comparte a un precio menor a dos, tres o cuatro usuarios al mismo tiempo.
También abundan aquellos que cobran por sus servicios profesionales como instalar IMO (la primera aplicación a la que han tenido acceso los cubanos de forma masiva para realizar videollamadas) o abrir una cuenta de Facebook.
Para el profesor de Informática de Sancti Spíritus José Antonio Díaz, ante la aglomeración de cubanos en torno a los puntos Wi-Fi por la posibilidad de realizar videollamadas a través de IMO hasta "se alquilan los audífonos con micrófonos, han aparecido baños públicos que los están cobrando a un peso en moneda nacional".
La economía relacionada con los puntos inalámbricos en Cuba se ha disparado, asegura Díaz: "la gente están dos, tres, cinco horas conectados hasta la medianoche o la madrugada y compran comida, bebidas. Los establecimientos que antes cerraban temprano ahora han extendido sus horarios".
Varios cubanos han manifestado su preocupación de que ETECSA pueda limitar IMO, pero hasta ahora solo se trata de rumores.