Con cerca de 5.000 cubanos llegados al país en lo que va de año, la mayoría de manera irregular, y un cuello de botella en sus trámites de legalización en el país, las autoridades uruguayas están tomando medidas para destrabar la situación
El diario local El País informa que el problema que se busca resolver son las demoras para obtener la cédula: si un cubano llega hoy a la nación austral, probablemente la consiga en agosto de 2019, y en Uruguay, sin cédula no hay trabajo.
Para enfrentarlo, a partir del pasado jueves 1° de noviembre el gobierno empezó a entregar constancias de llegada en la puerta de Cancillería, que los cubanos podrán presentar ante los empleadores para trabajar.
Apunta que hasta ahora, el Ministerio de Trabajo multaba a las empresas que contrataran personas sin cédula y con pasaporte, por lo que casi nadie se arriesgaba a tomar a los recién llegados.
El papel también les servirá para obtener una cédula provisoria, que durará un año y les será útil mientras no les otorguen la residencia definitiva. Y aunque las demoras para tramitar el documento real serán las mismas que hasta ahora, todas las constancias se entregarán antes del 21 de diciembre.
Pedir visa desde Cuba
Pero también se busca que la inmigración ilegal de los cubanos se transforme en legal: para ello Montevideo diversificó los tipos de visas que ofrece, agregando a las de turismo y negocios, otras por trabajo, educación, reunificación familiar y urgencia.
El director de Asuntos Consulares y Vinculación de la Cancillería, Jorge Muiño, explicó a El País que la visa de trabajo favorecerá especialmente a los cubanos: no pedirá dinero en una cuenta bancaria pero sí un contrato o una promesa de trabajo en Uruguay, que pueda comprobarse. "No puede ser cualquiera contratando a alguien. Tiene que ser una empresa debidamente registrada", afirma.
El reportaje anticipa que los nuevos permisos estarán vigentes dentro de 15 días, mientras se reglamenta el decreto que firmó el presidente Tabaré Vázquez el 29 de octubre. Y dice que una vez en funcionamiento, los inmigrantes podrán tramitarlos desde su país de origen y llegar a Uruguay con todas las garantías. Siempre y cuando el Estado uruguayo autorice las solicitudes.
El País considera que en teoría, se terminarían las peripecias de los cubanos caminando por Brasil y empezaría la era de los viajes en avión.
Al mismo tiempo, dice que los isleños andan apurados: después de que la administración de Barack Obama eliminara en sus últimos días la política de pies secos / pies mojados que beneficiaba a los cubanos, Guyana, que no pide visa a los cubanos, se transformó en trampolín hacia una nueva vida, con destinos principales en Uruguay y Chile, países con una política migratoria generosa.
Pero el diario uruguayo toma nota de que entre los isleños se ha rumoreado durante meses que las autoridades de Georgetown podrían cambiar su política migratoria.
Poco probable, considerando que los cubanos han estado aportando decenas de millones de dólares anuales a la modesta economía guyanesa. Mas los cubanos, en su afán de labrarse una nueva vida en el país que los reciba, suelen guirarse por un refrán popular: “La luz de a’lante es la que alumbra”.
(Redactado por Rolando Cartaya con información de El País y archivo radiotelevisiónmarti.com)