Al menos 7 ciudadanos cubanos se encuentran varados en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, Ecuador, luego que las autoridades de migración de ese país les prohibieran el ingreso el pasado 8 de abril.
El diario El Comercio de Ecuador, entrevistó a Damaris Tania Carrarero Batista, esposa de Alcides Matos, uno de los cubanos atrapados en el terminal aéreo, quien contó detalles de lo sucedido.
Hoy, 20 de abril de 2014, se cumplen 12 días desde que su pareja vive en el aeropuerto de Tababela. El día que bajó del avión, Alcides y nueve de sus compatriotas no fueron admitidos por los oficiales de Migración.
Según la Ley de Migración, ellos fueron sometidos a un proceso de exclusión. "Son ciudadanos indeseables para el Ecuador", explica Marcia Anangonó, abogada de Alcides y de otros cuatro isleños.
"El motivo por el que no han podido ingresar es debido a que, a pesar de que ya no es un requisito la carta de invitación, los agentes de Migración -por desconocimiento- les están exigiendo ese documento", agregó la abogada.
En un comunicado del 31 de marzo, la Cancillería informó que Ecuador decidió suprimir la presentación de la carta de invitación para el ingreso de cubanos al país. "Esta decisión se fundamentó en el marco de las excelentes relaciones bilaterales, en la cooperación mutua", indicó esa Secretaría.
En el Ministerio del Interior, institución que tiene a cargo la Dirección de Migración, se explicó a este Diario que el pedido de entrevista solicitado el lunes pasado está en análisis y que "en cuando el Ministro (José Serrano) apruebe, se coordinará la entrevista". Mientras tanto, Damaris está a punto de dejar el país al que llegó hace un año y tres meses.
"Si él no entra yo no quiero vivir aquí", dice. La mujer de 43 años no sabe qué hacer. Tampoco quiere regresar a Cuba. "Allá no hay futuro", se lamenta. Con Alcides lleva cuatro años de relación.
El lunes, 14 de abril, él le envió un correo electrónico y adjuntó nueve fotografías del lugar donde está. Es una sala del aeropuerto. Dos extranjeros descansan sobre sillones de cuero café. Fundas, servilletas, vasos de café y botellas abarrotan unas mesitas. Él le contó que en el grupo había una embarazada que regresó a Cuba luego de dos días. Ahora quedan siete personas. "Tenemos una sala para alojar a los extranjeros 'no admitidos'. Hay camas, duchas y baños. Tampoco es un hotel, porque el objetivo de este espacio es que sea para estancias cortas, de dos días máximo", asegura un funcionario del aeropuerto Mariscal Sucre, quien pide la reserva de su nombre.
En la Embajada de Cuba en Quito sí conocen del caso. Así lo explica un funcionario de esa dependencia. Sin embargo, él no quiere hablar del tema. Asegura que el Cónsul pronto dará alguna respuesta.
El diario El Comercio de Ecuador, entrevistó a Damaris Tania Carrarero Batista, esposa de Alcides Matos, uno de los cubanos atrapados en el terminal aéreo, quien contó detalles de lo sucedido.
Hoy, 20 de abril de 2014, se cumplen 12 días desde que su pareja vive en el aeropuerto de Tababela. El día que bajó del avión, Alcides y nueve de sus compatriotas no fueron admitidos por los oficiales de Migración.
Según la Ley de Migración, ellos fueron sometidos a un proceso de exclusión. "Son ciudadanos indeseables para el Ecuador", explica Marcia Anangonó, abogada de Alcides y de otros cuatro isleños.
"El motivo por el que no han podido ingresar es debido a que, a pesar de que ya no es un requisito la carta de invitación, los agentes de Migración -por desconocimiento- les están exigiendo ese documento", agregó la abogada.
En un comunicado del 31 de marzo, la Cancillería informó que Ecuador decidió suprimir la presentación de la carta de invitación para el ingreso de cubanos al país. "Esta decisión se fundamentó en el marco de las excelentes relaciones bilaterales, en la cooperación mutua", indicó esa Secretaría.
En el Ministerio del Interior, institución que tiene a cargo la Dirección de Migración, se explicó a este Diario que el pedido de entrevista solicitado el lunes pasado está en análisis y que "en cuando el Ministro (José Serrano) apruebe, se coordinará la entrevista". Mientras tanto, Damaris está a punto de dejar el país al que llegó hace un año y tres meses.
"Si él no entra yo no quiero vivir aquí", dice. La mujer de 43 años no sabe qué hacer. Tampoco quiere regresar a Cuba. "Allá no hay futuro", se lamenta. Con Alcides lleva cuatro años de relación.
El lunes, 14 de abril, él le envió un correo electrónico y adjuntó nueve fotografías del lugar donde está. Es una sala del aeropuerto. Dos extranjeros descansan sobre sillones de cuero café. Fundas, servilletas, vasos de café y botellas abarrotan unas mesitas. Él le contó que en el grupo había una embarazada que regresó a Cuba luego de dos días. Ahora quedan siete personas. "Tenemos una sala para alojar a los extranjeros 'no admitidos'. Hay camas, duchas y baños. Tampoco es un hotel, porque el objetivo de este espacio es que sea para estancias cortas, de dos días máximo", asegura un funcionario del aeropuerto Mariscal Sucre, quien pide la reserva de su nombre.
En la Embajada de Cuba en Quito sí conocen del caso. Así lo explica un funcionario de esa dependencia. Sin embargo, él no quiere hablar del tema. Asegura que el Cónsul pronto dará alguna respuesta.