Enlaces de accesibilidad

Culpan al embargo de la falta de almohadillas sanitarias


Trabajadoras Empresa de Materiales Higiénico Sanitarios Mathisa, de La Habana.
Trabajadoras Empresa de Materiales Higiénico Sanitarios Mathisa, de La Habana.

Cualquier tema parece apropiado a la hora de culpar "el bloqueo". Hay docenas de ejemplos en la prensa oficial. Desde los más serios y objetivos hasta los más ridículos y falsos.

Los problemas que le ocasiona a Cuba el embargo estadounidense, no tienen límite. Al menos, esa es la dimensión infinita que la propaganda del régimen castrista le atribuye a las sanciones económicas que le impone Estados Unidos.

Los modestos llamados de algunas autoridades cubanas, de moderar las culpas atribuidas al "bloqueo", para ocultar las ineficiencias propias, parece que han caído en saco roto. Es explicable, teniendo en cuenta que desde hace más de medio siglo el embargo ha sido el chivo expiatorio para justificar el fracaso del sistema.

Cualquier tema parece apropiado a la hora de culpar "el bloqueo". Hay docenas de ejemplos en la prensa oficial. Desde los más serios y objetivos hasta los más ridículos y falsos.

Uno de estos últimos, lo produjo la Agencia de Información Nacional (AIN) y está publicado en los medios oficiales de prensa bajo el creativo título de "Bloqueo afecta producción de almohadillas sanitarias".

Desde hace años la falta de almohadillas sanitarias ha venido siendo un problema más para las mujeres cubanas, que a duras penas pueden comprar ese artículo íntimo y necesario, ya sea el mercado de moneda nacional o en CUC.

Hasta ahora nadie había señalado al bloqueo como el culpable, pero resulta que sí lo es, según una alta funcionara de la empresa de Materiales Higiénico-Sanitarios Mathisa, de La Habana.

Emma Hernández Ibarra, directora general de la entidad, informó a la AIN que "actualmente la mayoría de las materias primas son importadas de Asia y parte de Europa, lo cual las encarece al tener que el país pagar fletes más caros".

Para culpar al embargo de los problemas de producción de su empresa, Hernández dijo que "en los Estados Unidos y Canadá existen productos que cumplen altos estándares internacionales, como la pulpa de celulosa, que pudiera suministrarse a la Isla a un menor costo y con mayor prontitud".

En respaldo de esos argumentos, la directora de Estrategia de Negocios de Mathisa, Josefa Maíz, explicó que si la gestión fuese en las Américas los fletes serían más baratos y el tiempo de transportación menor.

En consecuencia, afirman ambas funcionarias, la falta de almohadillas sanitarias y su escasez en el mercado es culpa del "bloqueo norteamericano, impuesto a Cuba desde hace más de medio siglo".

La AIN no indagó más detalles y olvidó, por ejemplo, preguntar a Hernández por qué Cuba no compra a Canadá la pulpa de celulosa necesaria.

Cuba podría igualmente comprar en Estados Unidos esa pulpa de celulosa, que proviene de la madera, al igual que hace con otros productos agropecuarios, incluido los forestales y sus derivados.

A fin de cuentas sería bueno explicar que Cuba ha comprado más de $4.000 millones en productos agrícolas a Estados Unidos desde que éste hizo una excepción al embargo en el 2001.

Todo parece indicar que el problema no es la celulosa o el embargo, sino la falta de divisas y de créditos internacionales.

XS
SM
MD
LG