El congresista republicano por Florida, Mario Díaz Balart, confía en que la pandemia que asola al mundo desaparecerá y el cáncer que padece Cuba, su dictadura también.
El legislador de ascendencia cubana ofreció declaraciones exclusivas a Radio Televisión Martí luego de permanecer varias semanas en cuarentena y encamado por coronavirus en su apartamento en Washington.
“Ya estoy en Miami totalmente repuesto”, fue la primera expresión del legislador de 58 años.
Tras asistir a una votación en el Capitolio el 13 de marzo, el político de 58 años comenzó a sentir los síntomas. Cinco días después fue diagnosticado positivo.
“Me quedé en cuarentena unas tres semanas, sin ver a nadie, sin salir del apartamento con fiebre alta escalofríos y mucha tos”, recuerda el político que ha sido durante años una de las voces más prominentes en la defensa de los valores democráticos en Cuba.
Su nombre quedará en los registros sobre la pandemia, pues fue el primer congresista que dio positivo al virus en el Capitolio.
Comentó que se sintió bastante mal pero que por suerte los síntomas no fueron tan severos como se han manifestado en otras personas y que no tuvo que acudir al hospital, ni recibir atención de emergencia.
En Miami quedaban su esposa Tía y su hijo Christian. Fue además el historial de padecimientos médicos de su esposa lo que lo hizo permanecer lejos del hogar y así evitar el contagio.
Este jueves el legislador donó plasma para las investigaciones que procuran con urgencia encontrar una vacuna contra el virus que ha causado la muerte a cientos de miles de personas en el mundo.
“Estoy saludable, totalmente recuperado”, dijo Díaz Balart que asegura tener bríos renovados para seguir trabajando a favor del noble pueblo de Cuba.
“Como siempre lo he hecho para ayudar en lo que está a mi alcance por la causa de la libertad de Cuba”.
“Este virus tan peligroso pasará y el otro, yo diría el cáncer, la dictadura que reprime a los cubanos por seis décadas, más tarde o más temprano, también lo hará”, concluyó.