MIAMI, EEUU —La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular la protección al aborto abre la puerta a una profunda división en el país, ya que ahora serán los estados los que deberán decidir si se ilegaliza o no este procedimiento para interrumpir el embarazo, dijeron expertos a la Voz de América.
Xochitl Oseguera, vicepresidenta de la organización Moms Rising, que aboga por los derechos de las madres en Estados Unidos, dijo que se trata de “una decisión retrograda que va a poner en peligro la vida de muchas mujeres, especialmente las latinas”.
“Creemos que es una decisión que va en contra de nuestros derechos de salud, de decidir, y estamos muy preocupadas por las consecuencias a corto y largo plazo que esta decisión va a tener en nuestras comunidades”, dijo la activista, quien lleva luchando varios años para pedir el derecho pleno de las mujeres a abortar libremente en Estados Unidos y América Latina.
En el caso Roe contra Wade en 1973 la Corte Suprema dictaminó que la Constitución de Estados Unidos protegía la libertad de una mujer embarazada para elegir si deseaba interrumpir su embarazo sin restricciones del gobierno. Eso derogó muchas leyes, tanto federales como estatales, y generó un intenso debate sobre la legalidad del aborto. Ahora, el tribunal ha anulado ese fallo, y será decisión de cada estado qué restricciones impondrán sobre el aborto.
El Instituto Guttmacher, un grupo de investigación a favor del aborto, estima que 26 estados, principalmente en el sur y el medio oeste, prohibirán el aborto tras la derogación de Roe v. Wake. Eso podría obligar a millones de mujeres que buscan un aborto a viajar a estados donde el derecho al aborto está protegido.
Manifestantes a favor del derecho a decidir y en contra del aborto se reúnen frente a la Corte Suprema de EEUU, en Washington, D.C., el 24 de junio de 2022.
“Esta decisión revoca una ley federal del acceso al aborto, que es una ley de 50 años en este país. Es una decisión que va a dar paso a que los gobiernos estatales intervengan en la criminalización de los servicios reproductivos de los estados”, indicó el instituto.
Según el abogado constitucionalista Rafael Peñalver, que trabaja en Washington y Florida, el fallo “tendrá un impacto político en todos los niveles”, pero advierte que “quizás el impacto más grande lo tenga la propia Corte Suprema, porque históricamente el tribunal protege sus precedentes”.
“Siempre trata de proteger los casos que se han decidido anteriormente y sobre ellos establece derechos básicos para la ciudadanía norteamericana. Hoy la Corte Suprema ha dicho que la decisión de Roe vs Wade fue una decisión errónea, que no había base constitucional para ella y, por lo tanto, se borran 50 años de jurisprudencia”, agregó.
La postura del Supremo puede tener consecuencia no solo en el campo del aborto, sino también en otros derechos, como el matrimonio homosexual o al uso de los anticonceptivos, señaló.
“Esto abre una nueva etapa en la historia de la jurisprudencia y pasa la decisión del aborto, de ser un derecho a nivel federal, a que cada estado determine cómo proceder con eso”, expuso.
La decisión provocará una escisión política en todo el país, dijo.
“Lo que estamos viendo es un país que va a tener dos países básicamente en el tema del aborto: aquellos estados donde los ciudadanos van a tener acceso al aborto y otros donde no lo tengan”, apostilló.
Organizaciones pro-vida celebran la decisión
Desde la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, al igual que otras organizaciones pro-vida del país, han expresado su satisfacción por esta decisión judicial. “El aborto, la eliminación directa de una vida humana inocente antes del nacimiento, es siempre moralmente malo, como lo es también la destrucción deliberada de los embriones humanos por cualquier razón”, dijeron.
En un comunicado remitido a la VOA por el arzobispo de Miami, Florida, Thomas Wenski, se señala que esa decisión “es ciertamente bienvenida por todos aquellos que reconocen que la vida humana comienza en la concepción”, al tiempo que insiste en que “esto es un hecho científico y biológico y no meramente una creencia religiosa o una teoría ideológica”.
Wenski confía en que “la legislación que protege a los no nacidos avance en nuestras legislaturas estatales y que sobreviva a los desafíos constitucionales del futuro”.
“Con demasiada frecuencia, el aborto se considera la solución a un problema imprevisto, a una posición alternativa si la anticoncepción falló o no se usó. Pero el aborto es una solución y no es un derecho”, aseguró.
Sin embargo, Oseguera, de Moms Rising, asegura que “el hecho de criminalizar el aborto es algo inmensamente peligroso”.
“Especialmente las mujeres de bajos ingresos no van a poder tener el acceso de ir a otros países o estados a buscar el derecho reproductivo digno y seguro que merecemos”, dijo la mujer.
La decisión de la Corte desató reacciones de todo el espectro político del país, con algunos celebrando la medida y otros condenándola.