Aguas de la Habana informó que debido a mantenimientos en las conductoras y averías, sería interrumpido el abasto de agua en varios municipios, mientras varios residentes de la capital cubana denunciaron la corrupción rampante de esta empresa estatal.
Varios capitalinos dijeron a Radio Televisión Martí que la escasez del preciado líquido en el territorio ha disparado los negocios de venta de agua entre los “piperos” de la empresa estatal.
Desde el municipio de 10 de Octubre, la economista Martha Beatriz Roque Cabello señaló que allí el agua la ponen en días alternos, pero hay zonas donde nunca llega.
“Esto hace que la corrupción aumente porque toda esta gente que trabaja con pipas de agua lo que hacen es no servir con pipas de agua, sino vender las pipas para promoverse su propio negocio a pesar de que todo esto es estatal”, destacó Roque Cabello.
También desde el casco histórico de la Habana, el sociólogo Ángel Marcelo Rodríguez Pita dijo que en los municipios de Centro Habana, Cerro y Habana Vieja es muy inestable el suministro de agua.
"El acceso a las pipas sucede en gran medida en dependencia de las capacidades que tenga cada ciudadano para gestionarse el acceso al líquido, algo que se mueve en un mercado informal, que también se mueve a altos precios”, explicó Rodríguez.
El periodista independiente Vladimir Turró advierte sobre los problemas con el agua en el municipio Arroyo Naranjo, donde los vecinos reúnen dinero para comprar las pipas “por la izquierda”.
“El agua en Arroyo Naranjo viene cada cuatro días, algo que es extremadamente difícil; el servicio de pipas por la vía normal es una situación súper que difícil, a no ser que reúnan (los vecinos) entre 2 500 y 3 000 pesos y bueno, tienes la pipa de agua frente a tú casa en cuestiones de segundos”, aseguró el comunicador.
Lucinda González, quien reside en La Lisa habló de otra variante para conseguir que lleven agua a los barrios: las protestas populares.
“El agua acá escasea; Aguas de la Habana lo que te dicen es que está en reparación; no hay acceso a pipas, tiene que ser como en La Güinera, que se tiraron gente de pueblo a la calle con el lío del agua y le pusieron una pipa ese día”, recordó González.
Desde el municipio Plaza, la periodista independiente Eralidis Frómeta, también confirmó la corrupción de los choferes de la empresa estatal.
“El agua a nosotros no nos viene todos los días; hay muchas personas que compran las pipas de agua. Esto aquí no tiene ni pie ni cabeza”, enfatizó la activista.
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