Expresos políticos cubanos entrevistados por Radio Televisión Martí aseguraron que es casi imposible cumplir las medidas de higiene para evitar contagios de coronavirus en las cárceles de la isla.
El rapero Mikel "El Osorbo" Castillo Pérez, quien fue a prisión en septiembre del 2018 tras un concierto en La Habana en el que se pronunció contra el Decreto 349, que criminaliza el arte independiente en Cuba, comentó sobre la situación de los reclusos en los centros penitenciarios de la isla:
"Las medidas higiénicas en las prisiones no existen. Puedes ver desde una cucaracha hasta ratones. Hay prisiones donde no hay agua y tienen que abastecerlas con pipas".
El Osorbo fue liberado el pasado 23 de octubre, pero la condena llegó a su fin el 18 de noviembre.
Al comentar sobre la prisión de Valle Grande, en las afueras de La Habana, aseguró que "es una prisión de 1.500 presos y el agua te la ponen dos veces al día. Si tienes una cubeta, tienes que guardar una cubetica de agua. Si no tienes una, no puedes asearte más en todo el día".
Declaró que aún tiene muchos amigos en prisión y que las condiciones siguen siendo las mismas.
"Ahora mismo en (la provincia de) Pinar del Río los presos la están pasando mal. De hecho, el régimen no da casi aseo personal. Te dan un solo jaboncito para el mes entero", aseguró.
Desde Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, el opositor y expreso político Jorge Cervantes, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), afirmó que los presos enfrentan "el hambre como principal azote".
Cervantes añadió que "luego está la falta de una infraestructura adecuada, de toallas, productos de aseo de higiene. La población penal a veces pasa tres meses sin que le den jabón y pasta dental, por la corrupción de las autoridades penitenciarias".
Explicó que los opositores sí saben lo que está pasando. "Quien les habla ha pasado por muchos lugares (prisiones) y les habla por experiencia propia".
A finales del pasado mes de enero, Cervantes y Carlos Amel Oliva, también coordinador de la UNPACU en Santiago de Cuba, fueron detenidos y pasaron tres días en prisión.
En esa ocasión, la vivienda de Cervantes y los domicilios de otros miembros de la UNPACU fueron objeto de allanamientos, como parte de una ola represiva de las autoridades contra opositores y activistas en el oriente de la isla.
Según testimonios llegados a Cervantes desde la cárcel de Aguadores, los presos tienen que comprar el agua.
"Los reclusos tienen que comprar de contrabando una balita de agua para tomar, porque no pueden bañarse. No les da para bañarse", subrayó.
Amplió que "la población penal está en estos momentos indefensa, impotente para protegerse de la pandemia actual, porque depende totalmente de las medidas que el gobierno, a través del Ministerio del Interior, le provee y estas son insuficientes en todo el sistema penitenciario a nivel nacional".