Puerto Rico nadó contracorriente en el estadio AT & T, de la ciudad de San Francisco, y pasó a la final del III Clásico Mundial de Béisbol eliminando al dos veces monarca, Japón, tres carreras por una.
No bastó con que los boricuas disputaran sus dos pleitos finales de la Pool 2 en menos de 24 horas, que en uno de ellos sacaran de la competencia a Estados Unidos, y que de inmediato debieran volar de costa a costa (de Florida a California), donde Japón se entrenaba tranquilamente durante varios días.
Así el equipo de la Isla del Encanto anotó en la primera entrada cuando el abridor asiático Kenta Maeda perdió el control (boletos a Irving Falú y Carlos Beltrán), lo que aprovechó Mike Avilés para disparar su hit impulsor: 1-0.
El frío que envolvía los alrededores de la bahía de San Francisco pareció adormecer los bates, pues la pizarra en lo adelante se llenó de ceros –Mario Santiago abrió en la lomita puertorriqueña--, hasta completarse seis innings completos. Fue en el séptimo que Borinquen tomó la ventaja decisiva, con sencillo de Avilés y jonrón de Alex Ríos ante el relevista Atsushi Nohmi, que había irrumpido en el capítulo anterior.
Todavía Puerto Rico embasó a dos corredores en el innning, Japón le dio trabajo a otros dos pitchers sustitutos, y finalmente Irving Falú cedió el tercer out en batazo al cuadro.
Los samuráis amenazaron en el octavo, cuando el camarero Toritani disparó triple al center field y fue impulsado por imparable del designado Ibata con Randy Fontanez en el box de Borinquen. No hubo más producción –Mario Santiago, lesionado en el quinto capítulo, fue sucedido por cinco apagafuegos—pero más sorprendente que el bajón ofensivo de los japoneses (dieron seis hits, por nueve sus verdugos) fue verlos equivocarse en un supuesto doble robo, cuando los dos corredores se encontraron en segunda base.
Hoy, en la última semifinal, República Dominicana y Holanda deciden quien enfrentará a Puerto Rico, y lo único confirmado es que el III Clásico tendrá un campeón inédito. Los vaticinios parecen favorecer esta noche al conjunto de Quisqueya, pero hace años que Holanda renunció al papel de Cenicienta y nuevamente las apuestas podrían hacerse añicos.
No bastó con que los boricuas disputaran sus dos pleitos finales de la Pool 2 en menos de 24 horas, que en uno de ellos sacaran de la competencia a Estados Unidos, y que de inmediato debieran volar de costa a costa (de Florida a California), donde Japón se entrenaba tranquilamente durante varios días.
Así el equipo de la Isla del Encanto anotó en la primera entrada cuando el abridor asiático Kenta Maeda perdió el control (boletos a Irving Falú y Carlos Beltrán), lo que aprovechó Mike Avilés para disparar su hit impulsor: 1-0.
El frío que envolvía los alrededores de la bahía de San Francisco pareció adormecer los bates, pues la pizarra en lo adelante se llenó de ceros –Mario Santiago abrió en la lomita puertorriqueña--, hasta completarse seis innings completos. Fue en el séptimo que Borinquen tomó la ventaja decisiva, con sencillo de Avilés y jonrón de Alex Ríos ante el relevista Atsushi Nohmi, que había irrumpido en el capítulo anterior.
Todavía Puerto Rico embasó a dos corredores en el innning, Japón le dio trabajo a otros dos pitchers sustitutos, y finalmente Irving Falú cedió el tercer out en batazo al cuadro.
Los samuráis amenazaron en el octavo, cuando el camarero Toritani disparó triple al center field y fue impulsado por imparable del designado Ibata con Randy Fontanez en el box de Borinquen. No hubo más producción –Mario Santiago, lesionado en el quinto capítulo, fue sucedido por cinco apagafuegos—pero más sorprendente que el bajón ofensivo de los japoneses (dieron seis hits, por nueve sus verdugos) fue verlos equivocarse en un supuesto doble robo, cuando los dos corredores se encontraron en segunda base.
Hoy, en la última semifinal, República Dominicana y Holanda deciden quien enfrentará a Puerto Rico, y lo único confirmado es que el III Clásico tendrá un campeón inédito. Los vaticinios parecen favorecer esta noche al conjunto de Quisqueya, pero hace años que Holanda renunció al papel de Cenicienta y nuevamente las apuestas podrían hacerse añicos.