Gigantes de San Francisco arrolló a San Luis Cardenales, nueve carreras por cero en el séptimo juego por el trono de la Liga Nacional, y desde este miércoles recibe al Detroit, en la Serie Mundial 2012 de las Grandes Ligas de Béisbol.
Los jugadores de California fueron gigantes de la remontada durante los duelos que le abrieron paso rumbo al gran clásico de octubre. Ganadores de la división oeste del viejo circuito (94 triunfos, 68 derrotas), comenzaron con dos derrotas ante Cincinnati pero a la postre conquistaron los restantes tres pleitos. Contra los Cardenales, San Francisco estuvo en desventaja de 1-3 juegos, pero con el resultado de anoche, en el ATT Park, sumaron igualmente tres triunfos al hilo, desplumando a los pájaros rojos.
Los nueve abridores del equipo home club pegaron de hit en el desafío, incluido el lanzador abridor Matt Cain; el serpentinero trabajó 5,2 innings, con cinco incogibles a su expediente, un boleto y cuatro ponches. Destacaron al bate el camarero Marco Scutaro, de cuatro-tres, y el jardinero derecho Hunter Pence, con dos hits y dos carreras producidas. Yadier Molina, el receptor de San Luis, conectó de cuatro-cuatro en causa perdida; Kyle Lohse fue el derrotado, víctima de seis hits y cinco anotaciones limpias en dos episodios.
El séptimo juego Gigantes-Cardenales parecía burlar los pronósticos meteorológicos, hasta que –casi a la hora de recoger los bates—la lluvia les dio la razón a los expertos del tiempo. La celebración de San Francisco comenzó tal como terminó ese séptimo juego, bajo un verdadero diluvio. Ahora Detroit, que aguardaba bien descansado, toma sus bártulos hacia la costa oeste para disputar con los Gigantes la Serie Mundial 108 de la historia del béisbol norteamericano.
Los Tigres, que reinaron en la división central de la Liga Americana (88-74), eliminaron 3-2 al Oakland en el tope divisional y aplastaron en cuatro presentaciones a los New York Yankees, para conquistar el pase a la fiesta de octubre por oncena oportunidad en la historia de la franquicia. San Francisco y Detroit filmarán, dentro de unas horas, las primeras escenas del emocionante drama beisbolero en que deriva siempre la Serie Mundial.
Será el final de una campaña que estrenó los duelos de un día por los boletos wild card, aquellos que les dieron el pase a San Luis, seis carreras por tres ante Atlanta en la Liga Nacional, y a Baltimore sobre Texas, cinco por una en la Americana. El exquisito pitcheo con que Justin Verlander asfixió la semana pasada a Nueva York, y la sostenida ofensiva de Miguel Cabrera, parecen colocar a Detroit como favorito en su debut en San Francisco.
Si semejante pronóstico se cumple, los Gigantes tendrán que andar una vez más cuesta arriba en 2012, ahora en la puja por el anillo de campeones.
Los jugadores de California fueron gigantes de la remontada durante los duelos que le abrieron paso rumbo al gran clásico de octubre. Ganadores de la división oeste del viejo circuito (94 triunfos, 68 derrotas), comenzaron con dos derrotas ante Cincinnati pero a la postre conquistaron los restantes tres pleitos. Contra los Cardenales, San Francisco estuvo en desventaja de 1-3 juegos, pero con el resultado de anoche, en el ATT Park, sumaron igualmente tres triunfos al hilo, desplumando a los pájaros rojos.
Los nueve abridores del equipo home club pegaron de hit en el desafío, incluido el lanzador abridor Matt Cain; el serpentinero trabajó 5,2 innings, con cinco incogibles a su expediente, un boleto y cuatro ponches. Destacaron al bate el camarero Marco Scutaro, de cuatro-tres, y el jardinero derecho Hunter Pence, con dos hits y dos carreras producidas. Yadier Molina, el receptor de San Luis, conectó de cuatro-cuatro en causa perdida; Kyle Lohse fue el derrotado, víctima de seis hits y cinco anotaciones limpias en dos episodios.
El séptimo juego Gigantes-Cardenales parecía burlar los pronósticos meteorológicos, hasta que –casi a la hora de recoger los bates—la lluvia les dio la razón a los expertos del tiempo. La celebración de San Francisco comenzó tal como terminó ese séptimo juego, bajo un verdadero diluvio. Ahora Detroit, que aguardaba bien descansado, toma sus bártulos hacia la costa oeste para disputar con los Gigantes la Serie Mundial 108 de la historia del béisbol norteamericano.
Los Tigres, que reinaron en la división central de la Liga Americana (88-74), eliminaron 3-2 al Oakland en el tope divisional y aplastaron en cuatro presentaciones a los New York Yankees, para conquistar el pase a la fiesta de octubre por oncena oportunidad en la historia de la franquicia. San Francisco y Detroit filmarán, dentro de unas horas, las primeras escenas del emocionante drama beisbolero en que deriva siempre la Serie Mundial.
Será el final de una campaña que estrenó los duelos de un día por los boletos wild card, aquellos que les dieron el pase a San Luis, seis carreras por tres ante Atlanta en la Liga Nacional, y a Baltimore sobre Texas, cinco por una en la Americana. El exquisito pitcheo con que Justin Verlander asfixió la semana pasada a Nueva York, y la sostenida ofensiva de Miguel Cabrera, parecen colocar a Detroit como favorito en su debut en San Francisco.
Si semejante pronóstico se cumple, los Gigantes tendrán que andar una vez más cuesta arriba en 2012, ahora en la puja por el anillo de campeones.