Los diputados de la Duma Estatal miembros del Partido Comunista, Valery Rashkin y Sergei Obukhov, apelaron al presidente Vladimir Putin con una propuesta para renovar las operaciones de un centro de inteligencia de señales en la base de Lourdes en Cuba y, además, colocar misiles rusos en la isla caribeña con el fin, aseguraron, de proteger los intereses de Rusia y sus aliados, según la agencia de noticias RIA.
Los diputados rusos reaccionaron así ante el acuerdo de Turquía con Estados Unidos para desplegar en mayo baterías antimisiles estadounidenses en su frontera con Siria para hacer frente a los ataques cada vez más frecuentes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Vale la pena señalar que las características de funcionamiento de dichas armas, de acuerdo con los datos disponibles, permiten entre otras cosas, el uso de misiles con un alcance de hasta 500 km. Por lo tanto, es una amenaza potencial para los aliados rusos (principalmente Armenia)", se lee en la apelación de los diputados.
Según los diputados, con el fin de proteger los intereses de Rusia y sus aliados, es necesario adoptar medidas comparables en respuesta a la "acción ofensiva Estados Unidos".
Como respuesta simétrica, los diputados proponen desplegar en Cuba comunista los lanzamisiles rusos de mayor potencia o análogos, así como restablecer el funcionamiento de la estación de interceptación de señales en la isla, cerrada en 2002.
La estación de interceptación radioelectrónica, situada en Lourdes, cerca de La Habana, fue una instalación importante para la Inteligencia soviética en la época de la URSS.
"Creemos posible el uso de la experiencia soviética para contener las intenciones expansionistas de Estados Unidos en la actualidad", escribieron los parlamentarios. "Durante la crisis del Caribe (Crisis de los Misiles), la respuesta determinada de la URSS permitió disuadir a Estados Unidos del despliegue de misiles en Turquía", afirman los comunistas rusos.
Esta decisión puede ser tomada en el marco del "Tratado de amistad y cooperación" entre la Unión Soviética y Cuba, que ha permanecido en vigor desde su firma, según la apelación.
Sin embargo, en febrero, el director del departamento de América Latina en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia aseguró que Moscú no tenía intenciones de abrir bases militares en Cuba.
"Este asunto no está en la agenda", dijo en una entrevista con la agencia TASS Alexander Schetinin.