La mayoría de los 53 opositores liberados en Cuba hace un año se han acogido al programa estadounidense para refugiados políticos, otros han abandonado el activismo y media docena están otra vez tras las rejas, según confirmó a Martí Noticias la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
El opositor Elizardo Sánchez, portavoz de la comisión, califica de "natural" la decisión de la mayoría de acogerse al refugio político debido a que la situación económica y de Derechos Humanos no ha variado en la isla.
La liberación del grupo de 53 fue parte del acuerdo entre Washington y La Habana que marcó el inicio del deshielo diplomático tras más de medio siglo de diferendo ideológico entre las naciones vecinas.
Inicialmente, ambos Gobiernos mantuvieron a discreción la lista y los pormenores del proceso. Luego, Estados Unidos aplaudió la medida y la catalogó de "sustancial".
"Que yo sepa muchos se están acogiendo al refugio político en Estados Unidos, lo cual es natural porque aquí en Cuba no pueden trabajar en ninguna parte y desde que los soltaron están bajo vigilancia de la policía política (...) Talvez es la mayoría", dijo.
"De los 53, hay seis en prisión", agregó Sánchez, aludiendo entre otros a Wilberto Parada, arrestado en octubre por protestar ante una fiscalía, y a Vladimir Morera, bajo cargos de asalto y ahora hospitalizado tras una prolongada huelga de hambre.
Sánchez también se refirió al caso de Carlos Manuel Figueroa Álvarez, actualmente en prisión acusado por saltar la cerca de la sede diplomática de Estados Unidos en La Habana un día después que le fuera negado el refugio político en septiembre pasado.
Según un reporte de la agencia AP, al menos 35 disidentes de este grupo iniciaron el trámite en la embajada estadounidense en La Habana para acogerse al programa de refugiados políticos. De ellos, siete ya salieron o están próximos a salir del país por esa vía.
El reporte señaló que en algunos casos la respuesta de la embajada ha demorado debido a la investigación de antecedentes penales que debe realizar la sede diplomática sobre los disidentes, que en ocasiones no tienen que ver con actividades políticas.
Mientras que unos 20 decidieron permanecer en la isla, entre ellos un número indeterminado se ha retirado del activismo político, dijo AP.
Sánchez, cuya organización ha documentado por años la situación de Derechos Humanos en Cuba, restó importancia al hecho.
"Cuando ya hacen ese trámite migratorio de refugio político se desactivan, eso es una cosa normal, porque todavía dependen de que el Gobierno de Cuba les deje salir o no, porque tiene la última palabra siempre", explicó.
"La oposición sigue activa y tiene la tendencia a crecer en cuanto al número de integrantes", agregó.
Sobre la situación de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez dijo que "no ha habido ninguna mejora ni siquiera insignificante".
El vínculo entre La Habana y Washington mantiene dividida la disidencia en la isla, entre quienes consideran que Barack Obama ha favorecido a las autoridades cubanas en detrimento de los Derechos Humanos y quienes creen que el acercamiento podría traer cambios.
Obama ha dicho que quisiera viajar a Cuba antes de dejar su cargo, pero condicionó esta posibilidad a la mejoría en la situación de Derechos Humanos.
Cuba ha dicho que no se dejará presionar y que la normalización de las relaciones interrumpidas por décadas ocurrirá sin que se afecte su soberanía nacional.