Los gobiernos autoritarios tienen por costumbre censurar todas las publicaciones dentro de sus fronteras que de una manera u otra los critican. Rafael Correa, el presidente de Ecuador, es creyente firme en esta política.
Correa, quien tiene títulos post graduados en Europa y Estados Unidos quiere llevar esta práctica a los medios de nuestro mundo en la internet. Para lograrlo ha contratado compañías y tiene a funcionarios gubernamentales cuya única labor es vigilar los medios impresos, electrónicos y en la red cibernética para proteger el buen nombre y la reputación del primer mandatario Ecuatoriano.
Digámoslo es términos sencillos: Correa quiere controlar todo lo que se diga en el mundo de Ecuador y de su persona. Si le molesta, utiliza tácticas poso usuales para evitar el daño que ocasionan a los dictadores este tipo de publicación.
Es cierto que la mayoría de los países del mundo utilizan sus embajadas para vigilar lo que se dice de sus gobiernos en el país donde están acreditados. Pero Correa va más lejos; mucho más lejos.
El presidente ecuatoriano ha contratado a una pequeña empresa de relaciones públicas en Brooklyn, Nueva York para que le responda a todo el que hable o escriba algo que moleste a Correa. La empresa McSquared se encarga de los medios escritos y electrónicos. Para los medios en la red cibernética, Correa ha contratado a una firma española – Ares Rights – para que vigile todo lo que sale en el mundo digital.
El gobierno de Ecuador no ha querido responder preguntas sobre el monto de su contrato con la firma McSquared, Sin embargo, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos determinó que McSquared fungía como agente del gobierno ecuatoriano, y como tal tenía que cumplir con los requisitos que se exigen a los agentes que trabajan para gobiernos extranjeros.
Por eso es que los medios de prensa se han enterado que Ecuador paga a McSquared $6.4 millones de dólares al año. La información es pública y está disponible en el sitio en la web del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Mucho más peligroso es lo que Ares Rights está encargada de hacer. La firma española tiene su vista puesta en los medios digitales. Vigila la internet, YouTube y Twitter. Utiliza como arma la Ley de Registro de Derechos Digitales (DMCA). Dicha ley le ha permitido a Ares Rights lograr que Twitter y YouTube bajen de sus sitios noticias y documentales críticos de Correa.
Hay muchos ejemplos de lo que hace Ares Rights. Y, aunque por tiempo limitado, ha tenido éxito en su gestión.
Pero ya la batalla es más equilibrada. La fundación Electronic Frontier, es una entidad que protege los “derechos del público en el mundo digital”. Esta empresa ha logrado impedir que Ares Rights se aproveche de la ley DMCA en Estados Unidos para tratar de eliminar material que se ofensivo a Correa.
Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su correo electrónico es: Guimar123@gmail.com.