La Junta Editorial de los periódicos floridanos The Miami Herald y El Nuevo Herald ha publicado un editorial cuestionando la ley que beneficia a miles de cubanos con una vía rápida para obtener la residencia en Estados Unidos.
A continuación lo reproducimos íntegramente.
EN NUESTRA OPINIÓN: La Ley de Ajuste Cubano bajo la lupa
Hace 50 años, en un discurso pronunciado en Nueva York, junto a la Estatua de la Libertad, el presidente Lyndon Johnson hizo una promesa: "Declaro esta tarde al pueblo de Cuba que los que busquen refugio aquí en Estados Unidos, lo encontrarán".
Un año más tarde, la promesa que hizo en octubre de 1965 se convirtió en la Ley de Ajuste Cubano, promulgada el 2 de noviembre de 1966. Fue un alivio para el asediado pueblo cubano, traicionado por una pandilla de déspotas comunistas que establecieron un régimen totalitario que, increíblemente, aún sobrevive.
La ley ofrece a los cubanos que llegan a este país una ruta rápida a la residencia legal y a la ciudadanía, que no tienen otros inmigrantes. Al paso de los años, cientos de miles de cubanos en busca de una vida mejor llegaron a este país. En el 2009, el Servicio de Investigación del Congreso señaló: "Cuba está siempre entre los 10 países que más residentes legales permanentes aportan".
El Sur de la Florida, hogar del exilio, y Estados Unidos en general se han enriquecido con su presencia. El regalo de una política de puertas abiertas para los cubanos ha sido más que compensado con sus contribuciones económicas y culturales al país que los acogió y al que prometieron fidelidad.
El mundo ha cambiado mucho desde 1965, pero el carácter despótico del régimen cubano no. Cuba sigue controlada por los mismos que ocuparon el poder en 1959.
Lo que ha cambiado, sin embargo, es la condición de muchos inmigrantes cubanos que llegan a este país. La prueba de que muchos ya no son refugiados políticos o víctimas de persecución política es evidente desde hace años. Ven la ley de 1966 como una invitación a emigrar en busca de una vida mejor y rara vez consideran la situación política en Cuba.
El éxodo más reciente, usando una ruta a través de Guatemala y México para cruzar la frontera norteamericana, fue documentado en una reciente serie del Herald. Como es el caso de muchos que han venido de Cuba en la última década, son jóvenes, motivados y desesperados por tener la posibilidad de obtener algo mejor de lo que tienen en Cuba. Pero rara vez se menciona la persecución política como un factor para la emigración.
Los cubanos que son víctimas de la persecución –prominentes disidentes como Berta Soler, Antonio Rodiles y Jorge Luis García Pérez ("Antúnez")– en general pueden entrar y salir de Cuba. En la mayoría de los casos, han tomado la valerosa decisión de no irse permanentemente, a pesar de las penosas consecuencias.
Estos hechos deberían motivar una reconsideración de la Ley de Ajuste Cubano, determinar si todavía tiene un propósito útil y si ofrece beneficios que las circunstancias actuales ya no justifican.
Irónicamente, podría argumentarse que precisamente las víctimas de la represión política en la isla que la Ley de Ajuste Cubano tenía el objetivo de ayudar, muchas veces ya no la necesitan. Y los que no están motivados por consideraciones políticas son los que muchas veces aprovechan la ley.
Y la aprovechan bien. Los flagrantes abusos de las cláusulas más generosas de la ley han llevado a congresistas cubanoamericanos de Miami a considerar cambios en algunas partes de la ley. Hace falta un cambio.