Un hombre armado mató a tiros a al menos 50 personas e hirió a otras 53 en la madrugada del domingo en la discoteca Pulse, un club nocturno gay en Orlando, Florida, antes de ser abatido por la policía, en lo que el presidente Obama calificó como "un acto terrorista".
Esta es la peor masacre en la historia de EEUU provocada por un tiroteo masivo, según el sitio web Shootingtracker.com, que registra eventos similares ocurridos en el país.
El atacante, identificado como Omar Seddique Mateen, llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico, reportó el canal NBC News.
La agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas, informó que el Estado Islámico asumió la autoría de la matanza, pero la organización terrorista no había emitido una reivindicación oficial.
"El ataque armado contra un club nocturno gay en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida, que dejó más de 100 muertos o heridos, fue realizado por un combatiente de Estado Islámico", aseguró Amaq.
Mateen fue investigado en dos ocasiones por el FBI, por su posible vinculación a grupos terroristas. El agente del FBI, Ron Hopper, dijo a la prensa que el atacante fue investigado en 2013 y 2014 por las autoridades federales del país.
El tirador fue investigado en 2013 por comentarios a favor del Estado Islámico en las redes sociales, y en 2014 por supuestamente querer cometer un ataque suicida, aunque las autoridades consideraron la investigación "no concluyente".
A pesar de haber estado en la mira del FBI, el atacante trabajaba como guardia de seguridad para la firma G4S desde 2007 y poseía una licencia para portar armas de fuego. El arsenal usado en el ataque habría sido adquirido legalmente por Mateen.
Reportes de prensa señalan que Mateen, nacido en Estados Unidos de padres afganos, residía en Port St. Lucie, una comunidad floridana cercana a Orlando.
Según un reporte de The Washington Post, documentos públicos muestran que el atacante se divorció en el 2011. Su ex esposa dijo que Mateen era mentalmente inestable, y que la golpeó en varias ocasiones.
El padre de Mateen dijo a NBC News que ofrecía disculpas por el incidente, que desconocían las acciones de su hijo. "Estamos en shock, como el país entero", dijo, y aclaró: "Esto no tiene nada que ver con la religión".
Según Mir Seddique, su hijo quedó espantado cuando hace unos meses vio a dos hombres besándose en Miami, incidente que vincula con el tiroteo.
Las autoridades revelaron en la tarde del domingo los nombres y edades de siete de las 50 víctimas mortales:
- Edward Sotomayor Jr., 34
- Stanley Almodovar III, 23
- Luis Omar Ocasio-Capo, 20
- Juan Ramon Guerrero, 22
- Eric Ivan Ortiz-Rivera, 36
- Peter O. Gonzalez-Cruz, 22
- Luis S. Vielma, 22
El presidente Barack Obama condenó la masacre en una declaración desde la Casa Blanca, en la que calificó la masacre como "un acto terrorista" y "un acto de odio".
Obama dijo que el FBI investiga el tiroteo como un acto de terrorismo, y que no se escatimarán esfuerzos para determinar si el atacante estaba afiliado con grupos terroristas.
"Es un ataque a todos nosotros, a los valores de todos los estadounidenses", agregó el presidente.
Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, dijo a la prensa que el del club Pulse fue "un claro acto terrorista".
Que "alguien se lance ahí dentro y dispare activamente robando esa cantidad (de vidas...) se trata de un claro acto terrorista", señaló Scott.
El tiroteo comenzó cuando un oficial de la policía que trabajaba como guardia de Seguridad en el interior del club intercambió disparos con el sospechoso, a eso de las dos de la madrugada, según un informe policial citado por la agencia Reuters.
Rápidamente se produjo una situación con rehenes y tres horas más tarde entró en el local un escuadrón policial que abatió mortalmente al atacante. Cerca de 320 personas se encontraban en el interior del club en el momento del tiroteo.
Christopher Hanson, uno de los testigos del tiroteo, dijo que escuchó "fuertes ruidos de disparos. No vi a los atacantes, solamente vi cuerpos cayendo, cuando estaba ordenando una bebida en el bar".
"Yo caí y me arrastré hacia afuera. La gente trataba de escapar", dijo Hanson a la cadena CNN, agregando que había "sangre por todas partes".
Un video colgado en YouTube captó el momento del enfrentamiento del atacacante con la policía desde el exterior del club nocturno.
"A las cinco de la mañana se tomó la decisión de rescatar a los rehenes. Nuestros agentes intercambiaron disparos con el sospechoso, que murió", dijo el jefe de policía de Orlando, John Mina, en una conferencia de prensa.
El funcionario dijo que al menos un agente resultó herido en el tiroteo, pero añadió que la intervención policial salvó al menos 30 vidas.
El senador por Florida, Marco Rubio, llamó a los ciudadanos a donar sangre para asistir a los heridos en el tiroteo en un mensaje publicado en la red social Twitter:
Los residentes de Orlando respondieron inmediatamente a los pedidos de una donación masiva de sangre, para ayudar a los heridos en la masacre. Cientos de personas hicieron fila ante los centros de donación.
Mina añadió que el sospechoso estaba armado con un rifle de asalto y una pistola, así como también un "dispositivo" no identificado.
Desde el principio, la masacre fue considerada un acto de "terrorismo" por las autoridades locales.
"¿Si lo consideramos un acto de terrorismo? Absolutamente, lo estamos investigando desde todos los ángulos como un acto de terrorismo", dijo Danny Banks, agente especial del departamento de seguridad de Florida.
"Si se trata de terrorismo local o internacional, es algo que claramente dilucidaremos", añadió.
Cuando se le preguntó si el atacante pudo haber tenido inclinaciones extremistas o simpatía por Estado Islámico, Ronald Hopper, asistente del agente a cargo del FBI, dijo: "Tenemos indicios de que el sujeto pudo haber tenido inclinación hacia esa ideología en particular. Pero por ahora no lo podemos afirmar".