La pandemia de coronavirus se ha apoderado de la vida cotidiana en Estados Unidos sobrecargando hospitales, y forzando el cierre de escuelas y oficinas y la suspensión de mítines de la campaña presidencial y competencias deportivas, mientras crece el temor a sus consecuencias económicas.
La gente está preocupada por la amenaza que supone el virus para la salud de los ancianos, para sus empleos y sus ahorros, mientras cuidan de sus hijos en casa.
Unos seis estados han ordenado la suspensión de clases por al menos dos semanas afectando a millones de estudiantes y generando problemas a familias con padres que necesitan trabajar.
Las universidades del país han cancelado las clases en persona y se imparten ahora por computadora.
“La situación con el coronavirus da una gran lección de cómo vamos a diseñar las cosas para la supervivencia bajo nuevas circunstancias,” dijo a la agencia Reuters el professor Greg Niemayer de la Universidad de California en Berkeley, que está tratando de ver el lado positivo de las condiciones.
También muchas empresas han corrido a facilitar el denominado “teletrabajo” para que sus empleados puedan seguir trabajando por computadora desde sus hogares a fin de evitar la propagación del coronavirus.
En Nueva York, conocida como la ciudad que nunca duerme, los espectáculos en los teatros de Broadway fueron anulados por un mes, la ópera y las salas de conciertos cerraron sus puertas y el Museo Metropolitano de Arte, el más grande del mundo, también ha cerrado temporalmente.
En California, el estado más poblado del país, se cerró el famoso parque de Disneylandia.
En Washington D.C. el Congreso ordenó el cierre al público del Capitolio, la Cámara de Representantes y el Senado hasta el 1 de abril; la Casa Blanca y el Pentágono cancelaron las visitas guiadas y la Corte Suprema también cerró las puertas al público.
El Departamento de Estado le ha pedido a los estadounidenses que reconsideren sus planes de viaje y ha suspendido sus programas de intercambio internacional.
Mientras, los estadounidenses en Europa abarrotaban los aeropuertos este viernes para tomar los últimos vuelos de vuelta a casa, luego de que el presidente Donald Trump diera la orden de prohibir los viajes que provengan del viejo continente durante al menos 30 días.
La administración también le ha pedido a todos aquellos que regresen de Europa que se pongan en cuarentena durante 14 días a su llegada.
Para el viernes en la mañana, unos 1,663 personas en 46 estados han dado positivo en pruebas de coronavirus y unos 41 pacientes han fallecido a consecuencia de la enfermedad.