Estados Unidos comenzará a procesar gradualmente a miles de solicitantes de asilo obligados a esperar en México bajo un controversial programa implementado por el expresidente Donald Trump, anunció este viernes la Asistente Especial del Presidente y Coordinadora para la Frontera Sur, Roberta Jacobson.
Las medidas son parte de un plan de la administración del presidente Joe Biden para poner fin al programa, conocido como los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés).
La administración Biden comenzará a trabajar para procesar a unos 25,000 migrantes con reclamos activos en el programa y Jacobson recomendó a estas personas que permanezcan donde están.
En la primera fase, los funcionarios se prepararán para procesar aproximadamente 300 solicitantes de asilo por día en tres puertos de entrada.
“La cosa más importante cuando empecemos ese programa es que la gente, parte del programa MPP, no se mueva de donde está ahora porque tienen que registrarse y esperar hasta que tengan una cita en un lugar específico, a una hora, para cruzar la frontera”, dijo Jacobson en una conferencia de prensa telefónica.
Un reportero preguntó si los cubanos en campamentos de refugiados en la frontera entre Estados Unidos y México siguen manteniendo su estatus especial y si serían recibidos, a diferencia de los centroamericanos, si llegan por sí solos a las garitas en la frontera.
La embajadora contestó que hay todavía una distinción en la ley porque aún existe la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los ciudadanos cubanos que llegan al país gozar de ciertos privilegios migratorios.
“Estamos hablando de una situación en que los migrantes de otros países y los de Cuba están siendo tradados más o menos de una manera similar cuando cruzan la frontera. La diferencia es cuándo pueden cambiar su estatus, pero todos tienen que pedir el asilo y van a entrar en ese proceso cuando crucen”, explicó Jacobson.
La Coordinadora para la frontera Sur dijo que los solicitantes de asilo que hayan estado esperando más tiempo tendrán prioridad, junto con las personas consideradas más vulnerables debido a su salud o amenazas a su seguridad.
El anuncio no brinda alivio a las personas cuyos casos fueron desestimados o denegados, y Jacobson dijo que la administración todavía estaba considerando cómo abordar cualquier caso más allá de los que están activos.