En el contexto de que Cuba será la sede de un encuentro amistoso este viernes entre el equipo de futbol nacional masculino de Estados Unidos y el de la isla, la publicación Pastemagazine aprovecha para analizar el tema de las deserciones de los deportistas cubanos y apunta que al menos esta vez existe la ventaja para La Habana de que sus atletas no tendrán dónde desertar.
Por otra parte,la gencia de noticias EFE señala que nadie dentro de la expedición de la selección estadounidense de fútbol que viajó ya desde Miami a La Habana tiene dudas que en el partido amistoso, definido como "histórico", les debe servir de buena preparación para el hexagonal de la Concacaf de clasificación al Mundial de Rusia 2018.
Pero también son conscientes que más de lo que puedan aprovechar en el apartado deportivo, el partido ha sido montado como promoción de la nueva realidad diplomática y política que se da entre ambos países, su valor será el tener que adaptarse a un terreno de juego y clima adversos que les haga estar en mejores condiciones de conocerse como equipo cuando llegue el verdadero duelo ante México.
Superada la incógnita sobre si el paso del huracán Matthew por la isla antillana iba a tener efectos negativos en la disputa del encuentro, el alemán Jurgen Klinsmann, máximo responsable técnico de Estados Unidos, dijo que los jugadores habían hecho una buena labor en los tres días de entrenamiento completados en Miami.
"Nuestro objetivo es alcanzar la mejor química como equipo cuando llegue el duelo ante México y tanto el partido frente a Cuba como frente a Nueva Zelanda son ideas para buscar ese objetivo", destacó Klinsmann. "Ahora bien, tampoco debemos perder la perspectiva que el gran objetivo a conseguir es el triunfo ante México el próximo 11 de noviembre".
De ahí, que los jugadores estadounidenses, especialmente los que tienen ya asegurado un puesto en la selección no van a arriesgar nada en los dos partidos amistosos, mientras que los jóvenes serán los que tengan más oportunidad de mostrar su potencial si al final salen al campo, dado que Klinsmann se ha llevado a 23 seleccionados.
En la misma línea se expresó el centrocampista Michael Bradley, inmerso en su tercera fase de clasificación a un mundial, al establecer que lo importante será el haber estado 10 días juntos.
"Está claro que un duelo Estados Unidos-Cuba en La Habana siempre es especial por muchas razones, pero centrados en el apartado deportivo nos permite comprobar sobre un terreno de juego la evolución que ha tenido el equipo después de estar 10 días reunidos", comentó Bradley.
"Luego tendremos que regresar con nuestros respectivos equipos por varias semanas más y es necesario que lleguemos al duelo con México con idea y base de grupo que se conoce", añadió.
Bradley, aunque dijo que la baja de Clint Dempsey por lesión siempre es algo que le resta potencial a la selección, la gran forma en la que se encuentra el delantero Jozy Altidore y la joven promesa Christian Pulisic serán de gran importancia de cara al futuro del Hexagonal de la Concacaf.
Pulisic, que milita en el Borussia Dortmund, junto con el novato de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS), Jordan Morris, de los Sounders FC de Seattle, podrían ser dos de los que destacasen y tuviesen minutos importantes en el duelo ante Cuba y Nueva Zelanda.
Serán jugadores de gran ayuda cuando llegue el duelo frente a México, al que Bradley considero como "siempre especial" y decisivo de cara a la clasificación.