El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, elabora planes para conceder permiso condicional humanitario a los venezolanos que tengan patrocinadores financieros a fin de permitirles ingresar en Estados Unidos, una medida similar a la otorgada a los ucranianos tras la invasión de Rusia, dijeron funcionarios.
Cuatro funcionarios esbozaron ampliamente el martes el plan para enfrentar el gran incremento en el número de venezolanos que llegan a la frontera de Estados Unidos con México. Las fuentes hicieron declaraciones a condición del anonimato porque no estaban autorizadas a discutir el asunto públicamente.
Los venezolanos que crucen la frontera de manera ilegal por tierra podrían ser regresados de inmediato a México, dijeron dos de los funcionarios. En la actualidad, México sólo acepta a migrantes expulsados de Estados Unidos conforme a la autoridad del Título 42 — una normativa que data de la pandemia y niega a los migrantes el derecho a solicitar asilo en territorio estadounidense y está diseñada para impedir la propagación del COVID-19— si proceden de Guatemala, El Salvador, Honduras y México mismo.
Los venezolanos que reúnan los requisitos para el permiso condicional humanitario podrían ingresar en Estados Unidos por los aeropuertos, dijeron dos de los funcionarios, en forma similar al programa instaurado en abril que permite a los ucranianos con patrocinadores financieros una permanencia de hasta dos años.
Los funcionarios subrayaron categóricamente que las discusiones avanzaron sin complicaciones y los planes podrían cambiar. CNN y The New York Times fueron los primeros medios en informar el martes sobre la iniciativa.
Aunque persisten fuertes dudas —como cuántas personas podrán acceder al permiso condicional humanitario y dónde podrán los venezolanos tomar los aviones— las discusiones muestran preocupación ante lo que se ha convertido en un gran desafío para las autoridades en Estados Unidos, México y América Central, y en una prueba a un acuerdo hemisférico alcanzado en junio en Los Ángeles a fin de que los países que acogen a migrantes afronten los problemas en forma conjunta.
El Departamento de Seguridad Nacional no respondió el martes en la noche a una solicitud para que hiciera declaraciones. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México dijo que facilitaría detalles cuando concluyan las conversaciones.
La secretaría dijo que hay conversaciones sobre un nuevo enfoque que incluya la migración procedente de México y los países del norte de América Central, así como de Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua en una manera ordenada y con acceso a opciones de empleo.
Los venezolanos rebasaron en fecha reciente a los guatemaltecos y hondureños para convertirse en la segunda nacionalidad más numerosa detenida en la frontera de Estados Unidos después de los mexicanos. En agosto, los venezolanos fueron detenidos 25.349 veces, un aumento de 43% sobre las 17.652 veces en julio y cuatro veces más que los 6.301 encuentros en agosto de 2021, lo cual muestra un súbito y notable giro demográfico.
Se calcula que 6,8 millones de venezolanos han huido de su país debido a la crisis de su economía en 2014, principalmente hacia países de América Latina y el Caribe. Pero ante la relativa fortaleza de la economía estadounidense desde la pandemia de COVID-19, los migrantes venezolanos han girado hacia el norte.
Asimismo, las tensas relaciones con el gobierno venezolano hacen extremadamente difícil regresarlos a su país conforme a la autoridad del Título 42, lo que alienta el aumento de las llegadas.
México, ante exigencias del gobierno de Biden, impuso en enero restricciones a los viajes en avión para limitar la migración venezolana hacia Estados Unidos, pero muchos optaron entonces por tomar la peligrosa ruta terrestre que incluye cruzar la famosa región del Darién, en Panamá.
El plan que se elabora busca disuadir a los venezolanos a que emprendan la peligrosa travesía por tierra y es similar al permiso condicional humanitario concedido a los ucranianos. El gobierno se ha comprometido a admitir hasta 100.000 personas que huyan de la invasión rusa y ha recibido a decenas de miles, incluidos casi 17.000 en agosto.
"Unidos por Ucrania", como se llama el programa, puso fin a una práctica que duró poco y en la que personas llegaban en avión a México como turistas y se presentaban después en los cruces fronterizos con Estados Unidos.
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