A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos:
El líder de la oposición rusa, Aleksey Navalny, fue sentenciado a nueve años más en una prisión de alta seguridad el 22 de marzo.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, condenó “la sentencia de Navalny por motivos políticos por cargos falsos adicionales".
Estados Unidos ha instado repetidamente a la Federación Rusa a liberar de inmediato e incondicionalmente a Aleksey Navalny y a poner fin a su campaña contra sus organizaciones y asociados.
La pena de prisión excesiva es una continuación del asalto de años del Kremlin contra Navalny y su movimiento por la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno.
En 2020, Navalny estuvo a punto de morir envenenado por el agente nervioso químico Novichok a manos de los servicios de seguridad rusos. Después de recibir un tratamiento que le salvó la vida en Alemania, regresó a Rusia en enero de 2021 y fue arrestado y encarcelado de inmediato.
Navalny ha seguido hablando en contra de la supresión de la libertad de expresión en Rusia por parte del Kremlin y de las crecientes restricciones a la capacidad de los ciudadanos rusos para acceder a la información y comunicarse libremente entre sí y con el mundo exterior.
Esta campaña se ha intensificado a medida que el Kremlin busca ocultar la verdad de su brutal guerra contra Ucrania a su propio pueblo.
Más de 15.000 ciudadanos rusos han sido detenidos por participar en protestas contra la guerra desde el 24 de febrero.
La autoridad de comunicaciones de Rusia bloqueó el acceso a la mayoría de los medios de comunicación independientes y varias plataformas de redes sociales, y amenazó a periodistas y ciudadanos con ir a la cárcel si se atrevían a discutir abiertamente sobre la guerra contra Ucrania.
En un mensaje compartido en Twitter, Navalny expresó su gratitud a sus seguidores y agregó: "El mejor apoyo para mí y otros presos políticos no es la simpatía y las palabras amables, sino las acciones, cualquier actividad contra el régimen engañoso y ladrón de Putin. Cualquier oposición a estos criminales de guerra".
El portavoz del Departamento de Estado, Price, dijo: "Lamentablemente, el caso de Navalny es uno de muchos que el Kremlin continúa persiguiendo descaradamente, ya que ignora sistemáticamente los derechos constitucionales del pueblo ruso y sus compromisos internacionales de respetar y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales".
"Ahora más que nunca", dijo el portavoz Price, "el pueblo de Rusia debe poder escuchar voces de coraje e integridad que digan la verdad sobre las fechorías del Kremlin en el país y en el extranjero".
Fue un editorial que refleja los puntos de vista del gobierno de Estados Unidos