La Academia Sueca ha dado a conocer, este 10 de octubre, a los ganadores del Premio Nobel de Literatura, que recayeron en el controvertido novelista y dramaturgo austríaco, residente en Francia, Peter Handke (2019) y la novelista polaca Olga Tokarczuk (2018)
Este año la premiación se ha concedido por partida doble, lo cual resulta inédito en la historia de la Academia, que debió posponer la premiación el pasado año en razón del escándalo causado por las acusaciones de acosos y abusos de índole sexual, lo cual llevó al desencubrimiento de irregularidades en el seno de la organización, la cual enfrentó su peor crisis desde que fuera creada en 1786.
Handke, de 76 años, es un escritor prolífico que, en su momento, llegó a ser bastante leído en nuestro idioma gracias a las editoriales españolas. Entre los más de cien libros traducidos al español destacan “Carta breve para un largo adiós” (1972) y “La tarde de un escritor” (1987). Su colaboración con el cineasta Win Wenders, sobre todo en “El cielo sobre Berlín”, dio un gran impulso a su carrera, que fuera descendiendo silenciosamente a discretos planos por ser, quizá, el único escritor de cierto reconocimiento mundial que públicamente apoyara a Slobodan Milosevic durante la Guerra de los Balcanes.
Olga Tokarczuk, de 57 años, a pesar de ser lo que en el mundo literario se considera “alguien muy joven”, goza de bastante popularidad en Polonia, su país natal y en algunos países de Europa. Su novela “Flight” obtuvo, en 2018 el prestigioso Man Booker International Prize. En español tiene, hasta ahora, sólo dos libros publicados: “Un lugar llamado antaño” (2001) y “Sobre los huesos de los muertos” (2016).
Ambos autores se mostraron sorprendidos y halagados por el otorgamiento del Premio Nobel.
“Me sorprendió, sí –reconoció Handke ante la prensa-. Fue muy valiente por parte de la Academia Sueca. Siento un tipo extraño de libertad, no sé, una libertad que no es verdadera, como si fuera inocente”.
Por su parte, la escritora polaca confesó ante la prensa que “estaba orgullosa de que sus libros, que abordaban temas de pequeños pueblos de Polonia, pudieran ser leídos universalmente y ser importantes para personas de otras partes del mundo”.