Ante la expectativa por las nuevas medidas que implementará el gobierno cubano por el rebrote de COVID-19, los cubanos alertan que de imponer mayores restricciones sólo se agravará la falta de alimentos en la isla.
También la Liga de Campesinos Independientes de Cuba está demandando el cese del acoso de las autoridades en contra de los agricultores, en medio de la profunda crisis alimentaria en el país.
“En estos momentos críticos que está viviendo el país, por el centralismo que tiene el gobierno, el campesinado cubano está perdiendo sus cosechas y no les están comprado las producciones al precio justo, y el pueblo está pasando hambre y miseria”, señala Esteban Ajete Abascal, líder de la organización.
Para el cuentapropista Yoel Espinosa, en Santa Clara, es incomprensible el abuso en contra del hombre del campo.
“Un productor que vende plátanos, por ejemplo, que lo transportan desde el campo en un carretón, entonces el gobierno lo que tiene en contra de ellos es una cacería de brujas, le decomisan esos productos y las multas alcanzan hasta los 8 mil pesos”, apuntó Yoel.
En Levisa, Holguín, Kelvin Vega Rizo, destaca que el decomiso en contra de los productores es diario y que el desabastecimiento es total: “No aparece nada, no aparece carne, ni frijoles, recientemente un muchacho buscó un poquito de granos al campo para vender, y lo interceptó un batallón de policías y le decomisaron todos los frijoles”, contó Kelvin.
Mientras tanto, los precios de los pocos alimentos que aparecen están por las nubes y la calidad es pésima, el miércoles en el poblado de San Diego de los Baños, en los Palacios, provincia de Pinar del Río, llevaron en un camión, en las peores condiciones, unas bolsas de picadillo de vísceras para la venta a la población, cuenta Esteban Ajete.
“A pleno sol y desprotegido, sin ninguna refrigeración, es lo que mandaron, y lo venden a 15 pesos la libra, eso es tripa”, explica.
El hambre es quien va a matar al pueblo...
El director de Higiene y Epidemiología en la provincia de Matanzas, Fernando Acebo, reconoció en el territorio ha presencia de tres cepas de coronavirus, que afectan a los municipios de Jagüey Grande, Colón y Jovellanos.
Desde el poblado de Torriente, Alexander Águila Sosa, dijo a Radio Televisión Martí que al reforzar las medidas se reducen aún más las posibilidades de conseguir alimentos.
“11 días llevamos en esta situación que no podemos salir, la gente se está quejando porque el hambre es quien va a matar al pueblo. No tienen condiciones para tener a la población trancada, como nos tienen a nosotros aquí”, denunció el activista.
William Tamayo, reside en el municipio de Banes, en la provincia de Holguín, donde se reportan siete focos de Covid-19, quien expresa.
"No hay alimentación, aquí se desapareció todo, el gobierno no tiene nada que ofertar y nos está matando de hambre”, apuntó William.
Desde la Isla de la Juventud, el activista de la organización opositora Autonomía Pinera, William Rodríguez, comenta que pasó por el mercado Los Caneyes, donde había una enorme cola, que estaba vigilada por Boinas Negras, y describe lo que estaban ofertando.
“Estaban vendiendo patas y pellejo, cabeza y huesos de cerdo, yo no sé dónde están llevando la carne, porque al pueblo no se la están vendiendo”.