Seguramente usted habrá leído en algún momento este clásico de la literatura anticomunista titulado "El Libro Negro del Comunismo. Crímenes, terror y represión", publicado en 1998 por Espasa y Planeta, en España, y cuyos autores conocerán también, sobre todo a Stéphane Courtois, Nicolas Werth, Jean-Louis Panné, Andrezej Paczkowski, Karel Bartosek, Jean-Louis Margolin, por haberles oído o visto en alguna entrevista acerca del tema en cuestión.
Quizás prestaron el libro, o no lo han vuelto a mirar por miedo, asco. Tal repulsión pudiera inspirar debido a las verdades de su contenido. Lo que no pueden dejar de hacer es ahora volver a repasar sus páginas a la luz de los acontecimientos desde hace más de tres años con relación a Rusia y a Ucrania, y al asesinato del opositor ruso Alexéi Navalni, a quién no debemos olvidar, como tampoco debemos olvidar a los periodistas y opositores asesinados en condiciones muy similares por parte del régimen de Vladimir Putin.
La relectura o lectura de este libro es imprescindible para comprender el comunismo soviético y lo sucesivo tras la caída del campo soviético, el oligarquismo ruso de Putin.
La actualidad o reactualización del horror no ha perdido vigencia. La Guerra Fría sigue reproduciéndose con distintas mascaradas, y el comunismo mediante otros líderes de un empaque más cínico y más enamorados del poder y del dinero ha cambiado de antifaz. El carnaval sangriento sigue su curso frente al impávido ¿orden? mundial.
Para entender esa guerra ilógica que están padeciendo los ucranianos y los rusos debiéramos regresar a la fuente del espanto, y nadie lo ha desgranado mejor que en El Libro Negro del Comunismo. Sólo conocer esas raíces sombrías podrá hacer que veamos a las claras lo que sucede.
Cuando alguien me dice que el comunismo es una vía para mejorar las condiciones de vida del ser humano inevitablemente los dirijo a los hechos, a los acontecimientos, y también a los libros originales, y este es uno de ellos, pues constituye el resumen de una equivocación sustancial, mayor, destructiva de la humanidad, que todavía provoca el costo de vidas inocentes.
Publicado originalmente en 1997 (la española fue la primera traducción a nivel mundial), denostado injustificadamente y desaparecido hace tiempo de las librerías, este "Libro Negro del Comunismo" es el resultado y una historia de los horrores que la aplicación de esa ideología ha generado en el mundo desde 1917.
Desde la instauración del primer estado totalitario de la historia (antes que el fascismo y el nazismo), a raíz de la revolución bolchevique de octubre de 1917, hasta su triunfo en países como Cuba en 1959, Nicaragua, Venezuela, pasando por territorios en que sigue vigente (China, en primer lugar), y en sitios donde pretende instalarse, como en España de nuevo, este libro es un alegato demoledor de los crímenes, el terror y la represión que han acompañado a esta nefasta ideología en su difusión por el mundo desde hace más de un siglo.
Frente a las críticas recibidas en su momento por su supuesta exageración en la cifra de víctimas, Stéphane Courtois, en nombre del resto de los autores de la obra, nos dice en el prólogo de esta edición que "las investigaciones realizadas desde 1998 han ratificado las cifras anunciadas en 1997".
"El comunismo soviético se diferencia en poco del fascismo nazi en lo que respecta a la libertad ofrecida a sus ciudadanos". Predrag Matvejevic, El País (1998).
"Ya nadie podrá volver a alegar ignorancia o duda sobre la naturaleza criminal del comunismo, y los que han empezado a olvidarlo se verán obligados a recordarlo", Tony Judt, New York Times (1997)
De tal modo presenta la librería española Casa del Libro un volumen que es consciencia y verdad, sin ambages.
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