Dentro de poco podremos analizar el resultado de las elecciones. Por ahora, sin embargo tenemos que conformarnos con marcar los puntos más importantes de los comicios del martes que viene.
No hay duda que hasta el primer debate en Denver, Colorado, a principios de octubre, el presidente Barack Obama era el gran favorito para ser re-electo. Esa noche el candidato republicano y ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney brilló y el presidente estuvo opacado, como si ya estuviera seguro de su victoria y el debate era un estorbo.
Pero esa noche los comicios cambiaron por primera vez. Antes de ese debate, Obama tenía una ventaja en las encuestas de hasta cuatro puntos sobre Romney. Esa ventaja desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
De nada le valieron al presidente haberse repuesto y ganado el segundo y tercer debate. Durante octubre, Romney tuvo ventaja en casi todas las encuestas. No grande, pero su ventaja era los suficientemente holgada para que muchos dijeran que podría darse el caso que Romney ganara el voto popular y Obama el voto electoral.
Eso todo cambió el fin de semana pasado. El cambio tiene nombre. Sandy ha sido la mayor y más feroz tormenta que ha azotado al noreste de los Estados Unidos. Los dos candidatos dejaron de hacer campañas y Obama se puso el flus de comandante en jefe.
A la hora de problemas de seguridad nacional o de desastres naturales el país olvida sus partidismos y respalda al presidente. Y eso fue lo que ocurrió. Hace una semana Romney tenía una ventaja de un punto en el promedio de encuestas. El viernes el presidente ya lo aventajaba en 0,3 por ciento.
Su presencia como presidencia lo ayudó. Como también lo benefició que el gobernador republicano de Nueva Jersey Chris Christe.
Christie, quien pronunciara el discurso principal en la Convención Republicana, acompañó a Obama en una gira de la zona afectada por Sandy. Eso ayudó al presidente. Pero el puntillazo vino cuando le preguntaron a Christie si no le preocupaba que su gira beneficiara al presidente en las elecciones.
Christie, ni corto, ni perezoso, respondió en forma tajante. “En estos momentos no importan las elecciones. Lo que importa son los ciudadanos afectados por la tormenta”.
Faltan pocos días para las elecciones. Sería una locura predecir quién será el ganador. Pero lo que se puede aseverar es que el debate en Denver y el huracán Sandy han jugado un enorme papel en el resultado de las mismas.
Debate en Denver y Sandy en la campaña electoral
Sería una locura predecir quién será el ganador, pero lo que se puede aseverar es que el debate en Denver y el huracán Sandy han jugado un enorme papel.