El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebró una sesión extraordinaria, el jueves, para deliberar sobre “El rol de los actores externos en Venezuela” y en el que se enfatizó sobre la importancia de la injerencia desequilibrante que han desempeñado países como Rusia y Cuba.
El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, dijo a la Voz de América que la gran mayoría de los países de la región están en contra de intervención militar por parte de los rusos, chinos y cubanos, y que se debe seguir ejerciendo presión multirateral a estos actores.
Gustavo Tarré, embajador del presidente encargado Juan Guaidó en la OEA expresó la preocupación de la presencia cubana en Venezuela y de que su país se convierta en un factor de desestabilización y "amenaza para la paz de toda la región".
"La pruebas más visibles es el traslado del conflicto interno que ha vivido nuestra hermana república de Colombia, a través del apoyo a las FARC, a los disidentes de la misma, después de los acuerdos de paz; y al ELN, presente en 13 estados de los 23 que integran las república de Venezuela".
Su país, dijo, se ha involucrado en conflictos extracontinentales: Siria, Israel, Irán y se ha convertido en el centro de "entrenamiento y suministro de identidad de terroristas de Hezbolá, que han hecho de Venezuela un centro importante del terrorismo mundial".
Los panelistas Carlos Alberto Patiño, profesor de la Universidad Nacional de Colombia; Maria Werlau, directora ejecutiva de Cuba Archive; Vladimir Rouvinski, profesor de ICESI, en Cali, Colombia y José Gustavo Arocha presentaron sus puntos de vista sobre la preocupante intervención que han tenido los actores externos y su incidencia frente a la crisis venezolana.
El profesor Rouvinski dijo, por su parte, que "la presencia de los militares rusos en Venezuela, en estos momentos, representa el mayor desafío para sacar de la crisis" a este país y reconoció que la estrategia rusa, liderada por el presidente Vladimir Putin, ha estado encaminada a "alcanzar un involucramiento continuo de los países del hemisferio occidental con la política del Kremlin".
"Además, en su política interna, dijo el experto, se ha apostado por ganar popularidad de la población rusa, a través de la construcción de una imagen de Rusia capaz de competir con EE.UU., a nivel global y, en este sentido, "desde 2003, Moscú declara que sus relaciones con América Latina son de importancia estratégica".
Las relaciones entre Rusia y Venezuela se han estrechado de manera más cercana, desde que Hugo Chávez se encontraba en el poder, convirtiéndose en el socio de Rusia en la región, estrategia que ha continuado Nicolás Maduro.
"La estrategia de Chávez en Venezuela, la misma que continúa Maduro, fue usar el simbolismo político ruso, clave para obtener apoyo de votantes en elecciones (...) Apoyando el discurso de que Rusia estaba de vuelta en la era internacional como una gran potencia", dijo Rouvinski, quien enfatizó en que ambas partes, además, se siente cómodas porque no se hacen preguntas sobre el manejo de sus elecciones, la violación de derechos humanos, etc.
Entre Rusia y Venezuela existen más de 200 tratados pero, dice el experto, muchos no se han cumplido por la ausencia de control de altos niveles de corrupción. A esto se le suma el cubrimiento mediático alternativo que ha ofrecido el Kremlin para darle voz al oficialismo venezolano.
Por su parte, el teniente coronel venezolano retirado, José Gustavo Arocha, denunció que experimentó la compra de armamento con países como Rusia, Irán y Bielorrusia. Con el primero, señaló, se han manejado hasta 12 mil millones de dólares.
También, habló de contactos y compra de armamentos con China, y el apoyo de dicho país en temas de ciberseguridad y colocación de satélites de comunicaciones. Así mismo, la cooperación con Irán para el funcionamiento de drones.
"Venezuela es una herramienta para un conflicto asimétrico (...) La cercanía de la ideología expansionista que tiene Venezuela es muy similar a la que tiene Siria", añadió, y enfatizó en que existen otras similitudes como la crisis migratoria.
"Los venezolanos están luchando dentro de todos los canales democráticos para recuperar su libertad, pero debido a estos actores extranjeros que han insistido en al destrucción del aparato institucional y democrático, los venezolanos no podemos resolver completamente solos este conflicto".
Estados Unidos enfatizó en que sigue comprometido para seguir luchando por el fortalecimiento de socios democráticos de la región.
"Rusia y Cuba desempeñan papeles desestabilizantes en Venezuela, de poder, apoyo y político (...) Socavan el respeto por el estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela", dijo el representante de EE.UU.
Añadió que la interferencia de Rusia en el hemisferio ha aumentado y usa a su compañía petrolera como instrumento para apoyar al presidente en disputa, Nicolás Maduro.
Cuba, por su parte, "desempeña un papel maligno y nefasto". "Su aparato militar y de seguridad forma parte del régimen de Maduro (...) Funcionarios que se han infiltrado dan protección a Maduro y a su círculo interno para tener en la mira a aquellos que no lo apoyan", agregó.
Preocupación en la región
Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general la OEA, Luis Almagro, aseguró que Venezuela está viviendo horas dramáticas y dijo que el efecto de Siria se refleja en la participación de actores extranjeros en este país.
China, Rusia, Turquía o Irán quieren expandir su presencia geopolítica, añadió, manifestando que explotan los recursos de Venezuela y aprovecha su fragilidad gubernamental para ello.
"El régimen de Maduro se ha convertido en terreno fértil para que países externos amenacen la región (...) El crimen organizado transnacional se alimenta del desgobierno", añadió.
Y manifestó que hay pruebas de que Hezbolá tiene injerencia en Venezuela.
El embajador de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordoñez, por su parte, dijo que Venezuela es el centro de manipulación de otros gobiernos y denunció que hoy "más de 40 mil miembros del ejército cubano hacen presencia en Venezuela".
Enfatizó en la presencia del ELN en Venezuela, desde donde se maneja el secuestro, la extorsión, el reclutamiento de niños y la minería ilegal, entre otras conductas delictivas.
"Miles de niños y jóvenes venezolanos (…) están en manos del terrorismo para actividades ilegales; es un deber del mundo promover las acciones necesarias par que termine esa tragedia", añadió y se refirió a cómo el gobierno de Nicolás Maduro se ha convertido en "padrino descarado" de la guerrilla de las FARC.
Por su parte, los embajadores de Brasil, Argentina, Chile y Paraguay expresaron su preocupación sobre las situaciones expuestas por los panelistas y reiteraron su apoyo a la transición pacífica e hicieron una llamado a las elecciones libres, justas y transparentes en Venezuela.
"Toda presencia extranjera en territorio venezolano sin la debida autorización del parlamento debe cesar", dijo la embajadora argentina, quien recordó que el Grupo de Lima condenó recientemente la injerencia extranjera en Venezuela y enfatizó en que "sigamos adelante en este camino".
Finalmente, Nicaragua denunció y rechazó "las acciones injerencista y provocadoras destinadas a afectar la paz y estabilidad del gobierno venezolano", pero al mismo tiempo respaldó el esfuerzo que "realiza Nicolás Maduro y su pueblo para promover el diálogo de todas las fuerzas políticas del país (...) Derecho a la autodeterminación que es lo que quiere y demanda el pueblo venezolano".