El 40 % de los periodistas asesinados en 2015 por ejercer su profesión, 28 de un total de 69, murió a manos de grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI), informó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
Los datos, incluidos en un informe de esta organización con sede en Nueva York, indican que Siria y Francia fueron los países donde más periodistas murieron este 2015, con 13 y 9 víctimas mortales, respectivamente.
Entre ellas se incluyen fallecidos en ataques como represalia por su trabajo y caídos trabajando en zonas de fuego cruzado o por otras tareas peligrosas.
Siria vuelve a encabezar un año más la lista del país con más asesinatos de reporteros (ya lo fue en 2012, 2013 y 2014), aunque el CPJ destacó que la cifra es mucho más baja que otros años, reflejo del escaso número de periodistas que siguen trabajando en su territorio.
"Los principales medios de comunicación ya no envían delegaciones de periodistas al país y los profesionales locales huyen de las zonas de conflicto u optan por el exilio", recuerda el informe.
Francia, por su parte, ocupa la segunda posición tras el atentado el pasado enero en París contra los profesionales de la revista satírica Charlie Hebdo, donde 8 periodistas fueron asesinados por supuestos miembros de Al Qaeda.
El informe destaca que, a diferencia de los últimos tres años, en 2015 los periodistas asesinados están muy repartidos entre varios países. Al menos cinco perdieron la vida tanto en Irak como en Brasil, Bangladesh, Sudán del Sur o el Yemen.
Los 69 asesinados registrados este año a fecha del 23 de diciembre, cuando se cerró el recuento, superaron los 61 casos del pasado 2014, mientras que el CPJ sigue investigando otras 24 muertes para tratar de saber si estuvieron vinculadas al ejercicio de la profesión.
Un tercio de los reporteros fallecidos fueron asesinados por grupos criminales, como narcotraficantes, o incluso funcionarios gubernamentales relacionados con el crimen organizado y la corrupción.
Entre ellos, el CPJ destaca el asesinato del locutor radiofónico brasileño Gleydson Carvalho, muerto a tiros mientras dirigía su programa de radio, muy crítico con los policías locales y los políticos brasileños, a los que acusó repetidas veces de prácticas corruptas.
Solo en Brasil este año murieron seis informadores, la cifra más elevada en el país sudamericano desde que el CPJ empezó a realizar este informe anual en 1992.
La investigación concluye que 17 periodistas alrededor del mundo murieron en fuego cruzado, y señala que la de periodista audiovisual es la disciplina más peligrosa, con 25 asesinatos en 2015.
La cobertura de conflictos armados, la investigación de prácticas corruptas por parte de la clase política y la denuncia de violaciones de los derechos humanos fueron los principales motivos por los que se produjeron los asesinatos, según el comité.
El CPJ define como periodista a personas que difunden noticias o emiten comentarios sobre asuntos de interés para la sociedad en medios impresos, fotos, radio, televisión e internet; y solo recoge casos en los que los periodistas murieron por su labor informativa.
La organización también investiga sobre periodistas desaparecidos o cautivos, pero no puede confirmar si estos han muerto o si murieron por culpa de su trabajo.
"Muchos periodistas trabajando en zonas bélicas suelen estar afiliados y decantados hacia una de las partes del conflicto, complicando la labor del comité en determinar los motivos detrás de sus muertes", recordó el CPJ.