El 18 de noviembre de 2020 un grupo de jóvenes integrantes del Movimiento San Isidro (MSI) decidieron acuartelarse en la casa 955, ubicada en la calle Damas, en La Habana Vieja, en protesta para exigir la libertad inmediata del rapero contestatario Denis Solís, quien formaba parte del colectivo de artistas y que había sido detenido el 9 de noviembre.
El 16 de noviembre habían iniciado una protesta pacífica por el encarcelamiento del cantante, pero ante el asedio a los activistas y miembros del MSI, decidieron mantenerse acuartelados y algunos de ellos, en huelga de hambre.
"Nos declaramos en huelga de hambre y de sed Luis Manuel Otero Alcántara, Esteban Rodríguez, Maykel Castillo y Humberto Mena. Nos declaramos en huelga de hambre Iliana Hernández, Yasser Castellanos, Adrián Rubio, Oscar Casanella y Osmani Pardo. Responsabilizamos al Estado Cubano de la integridad física de todas estas personas. Exigimos la libertad de Denis Solís", con este mensaje divulgado en las redes sociales anunciaron la acción.
Diez días duró la protesta pacífica hasta que el 26 de noviembre de 2020 fuerzas policiales irrumpieron en el lugar y los detuvieron de manera violenta.
Sin embargo, los participantes recuerdan el hecho como un momento de libertad, inspirador para los cubanos.
Abu Duyanah Tamayo es un escritor y activista de 38 años que estuvo en el acuartelamiento y, pasados estos años, ha vuelto al lugar para descubrir que para muchas personas aquel gesto se mantiene vivo.
"La gente mantiene este espíritu de querer cambiar el país y la dictadura, a pesar de la represión que ha venido después de ese momento", dijo el artista musulmán a Radio Martí.
El más joven del grupo de manifestantes era el activista, ahora exiliado en Italia, Adrián Rubio, quien entonces tenía 18 años.
"Fueron 10 días de libertad plena a pesar de tanta represión. Solamente estábamos pidiendo libertad, un cambio de sistema, el fin de las tiendas de MLC, algo que hoy en día le ha acabado la vida a los cubanos", recuerda el joven que por esos días era acosado por negarse a ser reclutado para el Servicio Militar Obligatorio.
El "Acuartelamiento de San Isidro" tuvo entre sus tres reclamos el fin de las tiendas MLC.
"Nosotros no tenemos dólares americanos. En Cuba desde 1915 hay peso cubano y hay moneda nacional, que prácticamente abre la República con una moneda nuestra. No pueden vendernos en una moneda que es una moneda extranjera y esa la demanda del día de hoy a una acción, una reacción y seguimos escalando", declaró entonces a Radio Televisión Martí la profesora e investigadora Omara Ruiz Urquiola, una de las protagonistas de la protesta.
El acuartelamiento en San isidro estuvo precedido por el hostigamiento contra varios activistas allegados al MSI, la decisión de las autoridades de no dejar salir a los miembros del movimiento de la casa, o de interceptarlos en plena calle, en medio de un sitio policial que incluía cortes del servicio de internet.
Algunos de los ocupantes de la sede del MSI decidieron declararse en huelga de hambre, otros fueron más radicales y se atrevieron a hacer una huelga de hambre y sed como Luis Manuel Otero Alcantara y Maykel Castillo Pérez, El Osorbo, encarcelados en estos momentos por el régimen cubano.
Entre los que tomaron la decisión de no comer estuvo la periodista independiente Iliana Hernández.
"Recuerdo mucho los momentos críticos. La primera noche que hicimos la huelga de hambre que nos tiraron un químico, luego el sábado siguiente, cuando mandaron a una persona a que le pegara a Luis Manuel Otero Alcántara, que rompió la puerta. Esos fueron momentos muy duros. Luego los momentos cuando los vecinos nos decían que los represores de la dictadura iban a entrar a la fuerza y ya el momento que nos sacaron", relató desde España.
Entre los acuartelados estuvieron además la curadora de Arte Anamely Ramos González, la poeta Katherine Bisquet, el activista Esteban L. Rodríguez López, el científico Oscar Antonio Casanella, los activistas Osmani Pardo Guerra, el artista Humberto Mena (Joker) y el artista plástico Yasser Castellanos.
Según Hernández, a pesar de los momentos difíciles, queda la amistad.
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