Toda persona es su propia historia, su propia novela. En su biografía van revueltas ternezas y pasiones, fracasos y victorias, ensueños y desencantos. Pero no todas las personas conocen personalmente a un asesino y sobreviven para contarlo con serenidad, hechizo y sin convertirlo en un monstruo.
Ese es el caso de una española, Carmen Vega, hija de inmigrantes republicanos que, luego de la muerte de varios de sus hermanos en un exilio congelado, nace en Ucrania, república de la extinta Unión Soviética, viaja a Cuba y comparte edificio con un hombre que había truncado la vida de uno de los líderes más paradigmáticos de la revolución bolchevique.
Carmen Vega –una mujer tatuada por el cante jondo, las estepas rusas, el barullo cubano y las espumas de Miami Beach- es la aguja con que el escritor cubano Álvaro Alba zurce el laberinto de una vida prolija en utopías, sobresaltos, intrigas, conspiraciones y descubrimientos fatales.
Esta mujer que, de niña cantaba coplas y bailaba flamenco al interior de su vivienda familiar, y una vez traspuestos los umbrales se enrolaba en la tropelosa entonación eslava y el frenesí de polkas desenfrenadas, estuvo expuesta a la escalofriante mirada de un hombre capaz de cegar de un tajo la vida de otro, y da palpitos y rubores a En la pupila del Kremlin, es el personaje principal del libro aunque sus páginas estén marcadas por las estelas de grandes personalidades históricas.
En la pupila del Kremlin, el más reciente libro de Álvaro Alba, se aborda la defensa de los derechos humanos pero desde la arista más humana, quiero decir, sin estridencias panfletarias, alaridos melodramáticos ni fanfarrias discurseras, sino por medio de una vida real, una protagonista de carne y sueños desencantada con el comunismo.
Aunque el libro intenta ser un relato en torno al asesinato del líder bolchevique Lev D. Trotski a manos del catalán Ramón Mercader, el espionaje soviético y la presencia española en los órganos de inteligencia del Kremlin durante el mandato de Iosef V. Stalin, se trueca huella indeleble en la memoria de una mujer y su espiral espiritual en la búsqueda de la verdad.
Si por un lado es cierto que la investigación minuciosa y el rigor histórico son atributos de este excelente libro, los estremecimientos están dados por la azarosa vida de Carmen Vega, quien aún en el ensortijado laberinto del tiempo recuerda sin amarguras ni rencores la confluencia de su propia vida con la de un asesino que hoy describe sin demonizarlo.
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Álvaro Alba, quien nos presenta ahora En la pupila del Kremlin, gracias al apoyo de la Asociación para la Paz Continental (Asopazco), nació en La Habana en 1963) obtuvo una Maestría en Historia en Odessa, en 1982. Escribió para la prensa independiente de Ucrania y fue asistente en la corresponsalía del diario español ABC en Moscú. Ha publicado, entre otros libros, Almas gemelas, es columnista del Diario Las Américas y periodista de Martí Noticias.