Roger Federer pone en marcha este viernes la "Laver Cup", un torneo de exhibición inspirado en la Ryder Cup de golf que puede suponer una competencia para los torneos ATP y, sobre todo, para la Copa Davis, en déficit de notoriedad.
Bautizado así por el australiano Rod Laver, último jugador en completar el Grand Slam (los cuatro torneos grandes) en un mismo año (1969), la primera edición se disputará de viernes a domingo en Praga y opondrá a seis jugadores europeos contra otros tantos rivales del resto del mundo.
La selección del Viejo Continente tiene más caché que su rival: además de Federer, en el equipo europeo estarán su gran rival Rafael Nadal (entre los dos han ganado los cuatro torneos grandes esta temporada) y otros Top-10 como Marin Cilic, Alexander Zverev, Dominic Thiem. La única excepción es la estrella local Tomas Berdych, antiguo N.4 (2015) y actualmente en el 19º puesto de la clasificación mundial.
El 'Team World' tiene a priori mucho menos potencias, sobre todo tras la renuncia del argentino Juan Martín del Potro, verdugo de Federer en cuartos de US Open.
En este equipo jugará cuatro estadounidenses (Frances Tiafoe, Sam Querrey, John Isner y Jack Sock), un australiano (Nick Kyrgios) y la promesa canadiense Denis Shapovalov.
El equipo mundial estará dirigido por John McEnroe que se encontrará en la silla de enfrente a su antiguo rival en las pistas, el no menos legendario Björn Borg.
El torneo tendrá cuatro partidos al día, tres en individuales y uno en dobles, y cada uno de ellos se jugará a dos sets y en caso de empate un 'super tie-break' a 10 puntos.
El viernes cada victoria supondrá un punto; dos el sábado y tres el domingo. El primer equipo que alcance 13 de los 24 puntos en juego habrá ganado.
Por primera vez, Nadal y Federer jugarán en el mismo equipo un torneo que no les dará puntos para la ATP, pero que garantizará a los jugadores suculentos ingresos, aunque la cifra no se ha precisado.
Federer, que se encuentra en el origen de la idea junto a su agente Tony Godsick, sueña con ver este torneo bien implantado en el calendario tenista, toda vez que el IPTL, un lucrativo torneo de exhibición lanzado en Asia en 2014, parece tener plomo en las alas. La edición de 2018 se celebrará en Estados Unidos.
Algunos expertos, como el exresponsable del tenis francés Patrice Hagelauer están inquietos ante la posibilidad de que la Laver Cup reduzca el interés por una Copa Davis que no atraviesa por su mejor momento en cuanto a notoriedad.
"Hay una multiplicación de estas exhibiciones, que se celebran para ganar dinero, pero cuando afecta al circuito ATP y a la Copa Davis, no creo que sea una buena idea", dijo en enero en la emisora Europe 1.
"Son dos cosas diferentes. La Laver Cup se juega en tres días y la Copa Davis son cuatro citas anuales (si se llega a la final). No me gusta mucho la comparación", temporiza Federer, que solo ha disputado un partido de Copa Davis desde que ganó la prueba en 2014 junto a Stan Wawrinka.
Neymar, Cavani, penales... ¿Guerra fría o paz de los valientes en el París SG?
¿Quién lanzará los penales en el PSG: Edinson Cavani o Neymar? Su entrenador ha decidido... no decir quién se encargará de patearlos, en momentos en los que el club francés hace frente a la primera crisis entre sus estrellas tras la llegada del brasileño en agosto por 222 millones de euros.
A primera vista, el motivo de la discordia, en lo ocurrido el pasado domingo contra le Lyon, entre 'El Matador' y 'Ney' podría parecer banal, pero en un fútbol profesional obsesionado con las estadísticas individuales, no lo es.
En conferencia de prensa este jueves, Unai Emery confirmó entre líneas que hubo un enfrentamiento entre ambos jugadores.
"Justo después del partido existe un estado emocional muy fuerte y puede haber conversaciones, que se pueden llamar disputas, pero que son normales y que se producen prácticamente después de todos los partidos, en un sentido u otro", dijo el técnico español.
"Pero eso no rompe la armonía, el buen ambiente que hay en el equipo. Al final, lo que tenemos que hacer es buscar permanentemente el bien común, siempre con un buen ambiente en el vestuario", matizó.
El diario L'Equipe reveló que el brasileño Dani Alves tuvo la iniciativa de organizar el miércoles una cena con toda la plantilla para rebajar tensiones y en la que ambos jugadores se hablaron.
En su edición digital, el diario francés añadió más tarde que Neymar se habría excusado ante Cavani por su comportamiento frente al Lyon.
Curiosamente, la cena partió de Alves, que también estuvo implicado en el pique entre Neymar y Cavani, ya que antes del famoso penal, hubo otra jugada, un golpe franco en el que arrebató la pelota al uruguayo y se la dio a su compatriota para que la lanzase el brasileño.
"Me gusta mucho que los jugadores, todos juntos, coman o cenen. Cuando llegan nuevos jugadores quieren hacer una cena y estoy contento, eso es bueno para todos, que estén juntos no únicamente en los entrenamientos, en concentraciones o en el partidos, sino también fuera", opinó el entrenador vasco.
Durante los quince minutos del entrenamiento abiertos a la prensa, Cavani y Neymar no dieron muestras de complicidad. El uruguayo apareció primero en el césped impecable del campo de entrenamiento del Camp des Loges, poco antes de las 09h00 GMT, en medio de un pequeño grupo compuesto por Marquinhos, Alphonse Areola, Marco Verratti, Julian Draxler y Thomas Meunier.
Neymar apareció el último, al lado de los jóvenes franceses Kylian Mbappé, Presnel Kimpembe, Layvin Kurzawa y Christopher Nkunku.
Los dos coincidieron en el primer ejercicio de la mañana, bajo una lluvia de flashes de los fotógrafos, aunque no intercambiaron ni muchas palabras ni muchos balones.
¿Una actitud derivada en el hecho de que su entrenador aún no había elegido a su pateador de penales? "Aquí, los dos jugadores que están (designados) para tirar los penales son Cavani y Neymar (...) porque son capaces de asumir esa responsabilidad", se limitó a decir Emery.
"El que sea primero o segundo, se lo diré primero a los jugadores y también a todo el equipo. Esperaremos al partido del sábado... si hay un penal", añadió.
El problema no es de fácil solución. Cavani, autor de 49 goles la temporada pasada y 9 ya en lo que va de esta, era el lanzador designado desde la marcha de Zlatan Ibrahimovic.
Neymar, por su parte, es el jugador más caro (222 millones) y mejor pagado (30 millones anuales) del plantel parisino y si abandonó Barcelona en dirección a París fue para librarse de la sombra de Lionel Messi y ser al fin el número 1 indiscutible, papel que no tenía en el Barça.
El brasileño quiere conquistar el Balón de Oro y para ello debe cuidar sus estadísticas personales, además de sumar todos los títulos posibles.
Pero si Neymar se convierte en el lanzador designado, el París SG correría el riesgo de enfadar a Cavani, otra de sus estrellas, y sobre todo podría enviar una señal de que Neymar lo puede decidir todo.
Para acabar de 'arreglarlo', Dani Alves tuiteó "cierren el orto y dejen de hacer polémica con mi nombre" para responder al exinternacional uruguayo Diego Forlán, quien había dicho que "no tiene sentido" la actitud del defensor de arrebatarle el balón a Cavani para evitar que lance una falta y dársela a Neymar.
A menos de una semana para la primera gran prueba de la temporada, el partido de Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich el miércoles próximo, y pese a que Emery insiste en que "hay un buen ambiente en el vestuario", el París SG vive su primera guerra de egos.
(Con información de AFP)