Pacientes contagiados del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) dentro de Cuba califican de complicada la situación con el abastecimiento regular de medicamentos, que sumado a la crisis de alimentación, les hace muy difícil seguir el tratamiento requerido.
“El tema de los retrovirales se ha ido complicando, de hecho, hay un grupo que no existen”, comentó desde La Habana, el activista Nabit Fernández.
El director del proyecto independiente de integración de la comunidad gay en Cuba "Shui Tuix", dijo a Radio Martí que, por ejemplo, la Niverapina ya no se está produciendo y por ello los pacientes han tenido que hacer cambios de terapia”.
El activista LGTB+ alerta que la falta de este tipo de fármacos trae consigo graves consecuencias.
“Yo estoy todo lleno de herpes, por ejemplo, los herpes son producto al no seguimiento de los retrovirales y eso le afecta a muchísimas personas, ahora mismo yo fui a la farmacia y en la farmacia casi no había ningún retroviral, una farmacia que es principal, muy próxima al hospital Hermanos Ameijeiras”, explicó Fernández.
“Esta situación con los retrovirales viene ya desde hace meses. Hay otro grupo de pacientes a quienes les quitaron los medicamentos porque se están utilizando para el Covid-19, es decir, los enfermos de VIH deben tomar Sulfaprín, en Cuba no hay Sulfaprín. Imagínate: es una crisis total entre el alimento y la medicación para los enfermos”, enfatizó Fernández.
Sin embargo, desde Ciego de Ávila, Oscar Martínez, quien lleva el proyecto independiente "Esperanza", que atiende a personas con VIH-Sida en todo el país, aseguró que estos medicamentos sí están disponibles en las farmacias.
“Se restableció (el abastecimiento) y no ha habido más déficit ni más problemas”, señaló Martínez.
Por otra parte, el opositor Maikel Herrera, quien es paciente de VIH-SIDA, en conversación con Radio Martí describió la odisea que atraviesa en estos momentos por la falta de antirretrovirales.
“Cuando yo dejo de tomar el medicamento que, de hecho, llevo tres días sin tomármelo, el mismo virus hace resistencia a ese medicamento y ya no me afecta tomarlo, es prácticamente por gusto, porque efecto positivo no me hace ninguno […]”, apuntó Herrera.