El agente cubano René González, quien estuvo preso 13 años en Estados Unidos por espionaje y regresó a Cuba hace casi un año no pudo viajar a Londres, donde iba a participar en un acto de la Comisión Internacional de Investigación sobre su caso y el de sus cuatro compañeros (Red Avispa de agentes de inteligencia cubanos en el sur de Florida), porque "la oficina de Inmigración del Reino Unido y la Oficina de Visa sostuvieron que (…) la Ley de Inmigración (…) prohíbe la entrada al país a una persona que ha sido condenada a más de cuatro años de prisión", indicó el miércoles el diario estatal Juventud Rebelde.
González, de 55 años, intentaba volar desde la isla a Londres para participar en la conferencia que iba a tener lugar en el Law Society (Colegio de Abogados) los días 7 y 8 de este mes, pero recibió la notificación británica "pocas horas antes de que (…) debiera tomar su vuelo desde La Habana", señaló la nota.
El espía cubano había sido liberado en octubre de 2011, y debía cumplir tres años de libertad supervisada en Estados Unidos. Sin embargo, en abril de 2013 viajó a Cuba con permiso del tribunal para visitar a su familia, y desde la isla renunció a su ciudadanía estadounidense, lo que fue aceptado por Washington y le permitió extinguir su pena.
Fernando González, otro de los condenados se encuentra en La Habana desde la semana pasada, tras cumplir 15 años en prisión. Siguen presos Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón Labañino, 30 años de prisión y Antonio Guerrero, 21 años y 10 meses.
González, de 55 años, intentaba volar desde la isla a Londres para participar en la conferencia que iba a tener lugar en el Law Society (Colegio de Abogados) los días 7 y 8 de este mes, pero recibió la notificación británica "pocas horas antes de que (…) debiera tomar su vuelo desde La Habana", señaló la nota.
El espía cubano había sido liberado en octubre de 2011, y debía cumplir tres años de libertad supervisada en Estados Unidos. Sin embargo, en abril de 2013 viajó a Cuba con permiso del tribunal para visitar a su familia, y desde la isla renunció a su ciudadanía estadounidense, lo que fue aceptado por Washington y le permitió extinguir su pena.
Fernando González, otro de los condenados se encuentra en La Habana desde la semana pasada, tras cumplir 15 años en prisión. Siguen presos Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón Labañino, 30 años de prisión y Antonio Guerrero, 21 años y 10 meses.