Senadores estadounidenses presentaron este domingo un proyecto de ley que incluye políticas de control migratorio encaminadas a reformar el sistema de asilo en la frontera con una aplicación más rápida y estricta.
"De aprobarse este proyecto de ley, afectaría a todos los migrantes que intenten entrar por la frontera sur de Estados Unidos", advirtió el abogado Willy Allen en declaraciones a la revista informativa Martí Noticias AM.
Allen recordó que “la propuesta, desde mayo del 2022, es regresar a las personas a un proceso judicial que puede demorar años", a la vez que "se busca incrementar las reglas del llamado miedo creíble”.
“La edad de oro de la extinta ley pies secos, pies mojados se acabó, y no va a regresar, pero estoy convencido de que existirá algún trámite para las legalizaciones”, enfatizó el experto.
El abogado se cuestionó que si la mitad de los balseros que son interceptados en alta mar no pueden demostrar un miedo creíble, y un 90% de los que arriban por tierra lo demuestran, ¿cómo se aplica entonces este requisito?
“Si este proceso se aplica de forma correcta, con ciertas leyes para otorgar un asilo político, sí creo que el 90% de las personas que arriben a la frontera no van a poder cumplir con esos requisitos, lo que llevaría a una deportación inmediata”, explicó el experto.
El proyecto de ley establece, además, que, si la cifra de cruces fronterizos ilegales pasa por encima de los 5.000 diarios en un promedio de cinco días, automáticamente entraría en acción una autoridad de expulsión, de forma que los migrantes sean devueltos a México sin la oportunidad de solicitar asilo. Si la cifra llega a 4.000, la presidencia del país tendría la opción de utilizar la autoridad de expulsión.
“Este es un punto interesante, basado en el hecho de que 1.400 personas entran legalmente a través de CBP a Estados Unidos, por lo cual esas reglas me parecen razonables, basado en lo que ha ocurrido en la frontera durante los dos últimos años”, comentó Allen.
Opinó, además, que “la batalla grande será su aprobación por la legislatura estadounidense y, si va a voto, ese proyecto se aprobará y quizás tome meses para su implementación”.
“Algo que también ha ocurrido con el aumento de las tarifas de trámites migratorios por parte de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), un proceso que inicia el primero de abril, y que también me parece razonable”, acotó el abogado.
Aclaró que “las personas con I-220A no están en un “limbo migratorio”, pues siguen obteniendo estatus de residencia en Estados Unidos. También existen muchos paroles interinos; últimamente, cuando esas personas aplican, reciben la aprobación de USCIS”.
“Estas aprobaciones de cubanos con el formulario I-220A serán a cuentagotas. Desde el mes de octubre, mi oficina ha recibido una sola negación de asilo y, por el contrario, he recibido varias aprobaciones”, enfatizó el abogado.
Añadió que "en Miami hay 265.000 personas" esperando su futura asistencia a corte para decidir su situación migratoria. "Pienso que más tarde que temprano serán legalizados; siempre les recuerdo la historia migratoria de los cubanos para que entiendan que no es un proceso rápido".
El experto señaló que una situación diferente es la de "los balseros y los cubanos que poseen el formulario I-220B que no se presentaron a corte, perdieron su juicio y no pudieron demostrar el miedo creíble, porque, aunque en pequeñas cantidades, han sido deportados”.
“También los que entraron con fianza, que no es una entrada legal, y van a tener que batallar el proceso de asilo. Ganar asilo, seas cubano, venezolano o peruano, es muy difícil. Si el 75 % de lo cubanos tuvieran que presentar su asilo y demostrar cómo fueron perseguidos en su país de origen, lo van a tener muy difícil, porque un país en dictadura y fracasado no es un motivo suficiente para ganar asilo, y muchos no están conscientes de eso”, concluyó el abogado.
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