Enlaces de accesibilidad

La Iglesia Católica en Estados Unidos


Banderas del Vaticano y Estados Unidos en DC.
Banderas del Vaticano y Estados Unidos en DC.

La iglesia católica en EEUU lucha por adaptarse a los nuevos tiempos, incluidos la legalización del matrimonio gay y el hecho de que la mayor parte de la gente ya no manifiesta su fe a través de la religión organizada.

La iglesia estadounidense que encontrará el papa Francisco desempeña un papel prominente en la vida del país, con una vasta red de organizaciones caritativas y la infusión de un renovado vigor por parte de la creciente población de origen latinoamericano. Al mismo tiempo, la iglesia lucha por adaptarse a los nuevos tiempos, incluidos la legalización del matrimonio gay y el hecho de que la mayor parte de la gente ya no manifiesta su fe a través de la religión organizada. A continuación algunos elementos clave de la Iglesia Católica Romana de Estados Unidos:

LA MÁS GRANDE: La Iglesia católica es de lejos la denominación religiosa más grande de Estados Unidos, con 68 millones de fieles. Le sigue la Convención Bautista del Sur con 15,5 millones. Aproximadamente una cuarta parte de los estadounidenses se identifican como católicos.

EL BOOM HISPANO: La población de origen latinoamericano, con su inmigración y sus altas tasas de nacimientos, representa el 38% de la feligresía. La arquidiócesis de Los Ángeles, la más grande del país, es un 70% hispana; la de Atlanta, un 44%. Los latinoamericanos, no obstante, ya no tienen una relación tan fuerte con la iglesia y muchos se incorporan a agrupaciones evangélicas protestantes o se apartan directamente de la religión organizada.

LA VIDA PÚBLICA: Los católicos tienen un papel prominente en el gobierno. El vicepresidente Joe Biden es católico, lo mismo que seis de los nueve jueces de la Corte Suprema. Aproximadamente una tercera parte de los miembros del Congreso se identifican como católicos, a pesar de que los católicos representan menos de una cuarta parte de la población. Varios aspirantes a la candidatura presidencial en las elecciones del año que viene son católicos, entre ellos los republicanos Jeb Bush, Chris Christie y Bobby Jindal y el demócrata Martin O'Malley.

EXCATÓLICOS: La iglesia ha sufrido importantes pérdidas en tiempos recientes. En una encuesta hecha hace poco por el Centro de Investigaciones Pew, un 9% de los consultados dijeron que se les inculcó el catolicismo de niños pero que ya no profesan esa fe. Hay asimismo mucha gente que se identifica con la fe católica pero nunca pisó una iglesia. Desde 1977 la asistencia a misa ha ido mermando, de un 41% a un 24% de los católicos adultos. Numerosos obispos han lanzado campañas para convencer a los católicos de que participen en el sacramento de la confesión.

HACIA EL OESTE: el centro de gravedad de la iglesia está pasando de viejos bastiones del noreste y el centro del país al sur y el oeste. La arquidiócesis de Nueva York, que Francisco visitará, está cerrando o fusionando casi una tercera parte de sus parroquias. La de Chicago es una de las que más fieles ha perdido en la última década. La de Galveston-Houston, en Texas, mientras tanto, es la que más ha crecido, incorporando 667.000 feligreses nuevos, según el Centro de Investigaciones Aplicadas de la Georgetown University.

ESCASEZ DE CURAS: Al igual que sucede en muchos países, Estados Unidos sufre de una escasez de párrocos. En 1965 había casi 59.000 sacerdotes, de los cuales quedan menos de 38.000. Unas 3.500 de las 17.000 parroquias del país no tienen curas fijos. El 40% de los sacerdotes de Estados Unidos tienen más de 65 años y podrían jubilarse pronto, lo que dejaría más púlpitos vacíos.

ABUSO SEXUAL: La iglesia estadounidense todavía lidia con el escándalo relacionado con los abusos sexuales de sacerdotes que estalló en el 2002. Tres diócesis --las de Gallup, en Nuevo México; Milwaukee y St. Paul y Minneapolis-- encaran bancarrotas y están en los tribunales tratando de limitar los daños a pagar a las víctimas. Dos prominentes religiosos --los arzobispos Robert Finn, de Kansas City-St. Joseph, en Missouri, y John Nienstedt, de St. Paul y Minneapolis, renunciaron este año por su mal manejo de esas crisis, las cuales le costaron a la iglesia miles de millones de dólares.

FINANZAS: La iglesia católica estadounidense es una de las más ricas del mundo y una de las que más dinero dona al Vaticano. Sus diócesis y parroquias, no obstante, encaran muchos problemas, en parte porque la gente no dona lo suficiente, de acuerdo con el Centro para la Administración y la Etica Comercial de las Iglesias de la Universidad de Villanova. En el 2013, casi un tercio de las parroquias católicas arrojaban pérdidas. Puestos que antes cubrían voluntarios ahora requieren empleados pagos. Los planes de pensión de los curas carecen de fondos y los costos de mantenimiento de las parroquias aumentan constantemente. Decenas de diócesis han acudido a los tribunales para ampararse de la bancarrota tras el escándalo derivado de los abusos sexuales.

CARIDADES: La iglesia católica, a través de su red nacional de organizaciones caritativas, escuelas y hospitales, es una de las principales fuentes de servicios del país. Catholic Charities USA, que tiene un presupuesto de más de 4.000 millones de dólares anuales, ayuda a los pobres y los desamparados al tiempo que ofrece servicios de adopción y ayuda a ubicarse a inmigrantes y refugiados. Catholic Relief Services ofrece asistencia internacional para el desarrollo y el manejo de desastres.

XS
SM
MD
LG