Un liberal demócrata de Florida obtuvo el martes una sorpresiva victoria en las primarias estatales a gobernador mientras que el candidato favorito del presidente Donald Trump arrasó en la elección republicana, preparando el terreno para un disputado enfrentamiento en uno de los terrenos de batalla políticos más importantes de Estados Unidos.
Tanto el alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum, quien podría convertirse en el primer gobernador afroestadounidense del estado, como el congresista republicano Ron DeSantis derrotaron a rivales más moderados alienados con la dirección de sus partidos.
Gillum es el tercer demócrata negro que aspira a convertirse en gobernador en las elecciones de mitad de legislatura de noviembre, junto a Stacey Abrams en Georgia y Ben Jealous en Maryland. Su victoria coincide con la ampliación de la diversidad entre los candidatos demócratas, incluyendo mujeres, afroestadounidenses y musulmanes. La variedad de candidatos para la elección es vista como una manifestación de la resistencia de la formación en la atmosfera de elevada carga racial de la era Trump.
En Arizona, la congresista Martha McSally derrotó a un par de candidatos conservadores y ganó la nominación republicana para ocupar la vacante que deja en el Senado Jeff Flake, a la que también aspira la demócrata Kyrsten Sinema.
Esa contienda quedó eclipsada por el deceso de John McCain, una destacada figura que representó a Arizona en la cámara alta durante seis mandatos. El gobernador, Doug Ducey, nombrará a su sustituto para los próximos dos años tras el funeral de McCain.
Florida y Arizona son dos estados muy analizados por el crecimiento de las minorías, que impulsó a los candidatos demócratas a medida que los electores republicanos se hacen más mayores y conservadores. Los comicios de noviembre podrían adelantar qué ocurrirá en las presidenciales de 2020.
En Florida, DeSantis reconoció a Trump por su triunfo, señalando que con un tuit de apoyo, el presidente "me puso en el mapa”.
Gillum dio las gracias a los votantes que abrazaron "nuestro plan para un estado que dé cabida a todos, no solo a los adinerados y bien conectados, sino a todos”.
Los resultados de las primarias transformaron de inmediato la carrera electoral de Florida en una de las más importantes del país. El triunfo de Gillum podría ayudar a los demócratas a impulsar el entusiasmo entre las minorías, mientras que DeSantis pondrá a prueba la influencia de Trump en una región crucial que ganó en 2016 y que quiere seguir controlando en 2020.
De sus cinco principales rivales, Gillum, que es uno de los favoritos entre los progresistas, fue el que menos dinero gastó y el que tuvo una menor presencia televisiva. Solía decir que era el único candidato que no era millonario ni multimillonario y recibió el respaldo del senador por Vermont Bernie Sanders.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dejó su puesto para optar a un escaño de senador. Ganó su primaria con facilidad y su pugna con el senador demócrata Bill Nelson se espera que sea una de las más competitivas del país.
En Arizona, la muerte de McCain luego de un año luchando contra un cáncer cerebral eclipsó los comicios.
Los republicanos de Oklahoma, un estado de mayoría conservadora, nominaron a Kevin Stitt, propietario de una empresa de hipotecas, en el balotaje de las primarias a gobernador. Stitt ganó en parte por criticar a su rival por no brindar apoyo suficiente a Trump.
Los demócratas buscan también ganar escaños en Florida en su intento por recuperar el control de la Cámara de Representantes. Una de sus mejores oportunidades está en el Sur de Florida, donde la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen se retira en un distrito que debería favorecer a los demócratas.
Donna Shalala, que fungió como secretaria de Salud y Servicios Sociales en la presidencia de Bill Clinton, obtuvo la nominación demócrata en el distrito de Ros-Lehtinen, mientras los republicanos escogieron como su candidata a la periodista cubanoamericana María Elvira Salazar.
Tanto en Florida como en Arizona, los observadores buscarán en noviembre señales del comportamiento de los estados en las presidenciales de 2020.
(Con información de AP)