Eva de la Caridad Méndez (Eva Mendes) nació en Miami, a mediados de la década de 1970, de padres cubanos (Eva Pérez y Juan Carlos Méndez). Al igual que yo, creció hablando español con sus papás, inglés con sus hermanos y sus amigos; comió comida cubana; y no existen dudas de que escuchaba la música de Celia Cruz y Benny Moré en su casa, también.
Nuestros caminos nos llevarían en direcciones muy diferentes: su gracia latina la convirtió en una codiciada actriz de Hollywood, modelo, portavoz de marcas famosas y súper empresaria y yo intento preservar mi herencia cubana en el ejercicio diario del Periodismo.
A diferencia mía, Eva adaptó su nombre para el mundo anglo (cambió la "z" por una "s" en su apellido y quitó la tilde) y junto a su familia dejó lo que ella misma acuñó como la "Pequeña Cuba" de Miami para irse a vivir a la costa oeste.
Producto de la separación de sus padres cuando Eva era una niña, creció en Los Ángeles, estudió, y "fue descubierta" por casualidad, después de que un gerente de talento vio su foto en el portfolio de una amistad. El resto, según el dicho, es historia…
La belleza cubanoamericana comenzó a actuar a finales de los años 90. Protagonizó películas como Children of the Corn V: Fields of Terror (1998) y Urban Legends: Final Cut (2000). Hizo una aparición que cambió su carrera en Training Day (2001), y ha desempeñado una serie de papeles en 2 Fast 2 Furious (2003) junto a Denzel Washington.
Tomó el papel de protagonista femenina en Hitch (2005) como interés amoroso de Will Smith, convirtiéndose en una de las primeras hispanas en interpretar el papel principal en una comedia romántica.
Su belleza clásica también ayudó a atrapar cameos en videos musicales, así como la oportunidad de servir como portavoz internacional del gigante de los cosméticos Revlon.
Su vida cambió drásticamente cuando formó parte del elenco de The Place beyond the Pines (2011), filme en el que conoció a su actual pareja, el actor y rompecorazones Ryan Gosling, con quien tiene dos hijas.
Aunque su carrera como actriz se ha quedado en pausa por el momento (la última vez que apareció en la pantalla grande fue en Lost River de 2014), Eva está abordando su papel más desafiante hasta la fecha: el de madre.
Esmeralda, de 5 años, y Amada, de 3, están siendo criadas por Ryan y Eva con un enfoque muy discreto: "Las chicas están muy en contacto con sus lados creativos", dijo a la revista Latina, "y es tan hermoso de ver... Trato de no dar demasiado mi opinión sobre lo que les gusta".
Pero a la vez, como una leona que protege a sus cachorros, Eva es muy privada sobre su vida personal. Aunque es una figura pública en las redes sociales, se asegura de NO postear fotos de su famosa pareja y sus hijas.
En una publicación reciente en su cuenta de Instagram, escribió: "En lo que respecta a Ryan, solo publicaré retrospectivas de cosas que ya están ‘por ahí’ (como imágenes de películas que hicimos o cosas así). Mi hombre y mis hijos son privados”.
Cuando no está ocupada como pilar de su hogar, se pone el sombrero de "mujer de negocios" para supervisar su línea de ropa, "Eva by Eva Mendes", con New York & Co.
En seis años ha conseguido un estilo que evoca una era de elegancia, clase y lujo. Sus musas son sus hermanas y su madre, a quien veía vestirse cuando era una niña.
“Tengo dos hermanas mayores, y recuerdo verlas a ellas y a mi mamá cuando se arreglaban y fijarme en lo que llevaban puesto. Las observaba y me encantaba verlas sentirse bien al ponerse algo hermoso”, dijo recientemente en entrevista con ¡Hola! USA.
Atesora numerosas fotos antiguas de su madre en sus años de juventud y admite que está inspirada en el glamour de las mujeres hispanas de esa época, incluida la actriz y cantante mexicana, María Félix, a quien considera un ícono.
Hoy, Eva cuenta con las mujeres que la rodean, su familia y la de su pareja, para modelar sus diseños. Así se asegura de que su colección sea apta para mujeres de todas las formas y tamaños, porque, como dice, "tenemos mujeres de todos los tipos de cuerpo en mi familia".
Como la mayoría de las madres trabajadoras, siente culpabilidad cuando dedica mucho tiempo a trabajar, pero al mismo tiempo, se da cuenta de que así da un ejemplo positivo a sus hijas.
Cuando se siente abrumada, reflexiona sobre su madre y el sacrificio que hizo cuando dejó atrás su Cuba natal…y viajó a los Estados Unidos con tres niños pequeños... "¿Cómo lo hizo?" se pregunta...
Cuando el pasado 5 de marzo cumplió 46 años dedicó un mensaje especial a su progenitora a través de su cuenta de Facebook: "Hace 46 años le di a mi madre un infierno y ella me dio la vida" … Gracias por TODAVÍA hacerme mis frijoles y el arroz con leche cubano (sí, mi Mami todavía me mima. Si comiera bistec, todavía me cortaría el bistec. Es algo cubano). ¡Te amo mami! ¡Hoy te celebro! “
Eva ha dominado el arte de hacer malabarismos entre la maternidad y el trabajo. Su vida refleja la de muchos exiliados cubanos que han tenido que adaptarse en un mundo bicultural. Junto con su joven familia, ha creado una mezcla especial, un ajiaco que preserva sus raíces y, al mismo tiempo, incorpora las tradiciones americanas.
Eva afirma que su cultura cubana es muy importante.
“A medida que envejeces, te das cuenta de que tus peculiaridades y lo que te hace diferente son cosas para celebrar. Hoy, digo, "Mami, ¿cómo se hacen frijoles, así como estos”? Estoy muy orgullosa de mi cultura, de dónde vengo", declaró a la revista Latina.
Eva y Ryan intentan inculcar esta cubanía a sus hijas que están aprendiendo el idioma de sus abuelos porque Eva y sus padres insisten en hablarles en español. Al igual que Eva, comen comida cubana y escuchan música cubana en casa.
La actriz ha adornado las portadas de muchas revistas, ha sido reconocida como una de las mujeres latinas más bellas del mundo, ha sido considerada un símbolo sexual y, sin embargo, dice, que aunque es muy ambiciosa y le encanta correr riesgos, tener un imperio no es uno de sus objetivos.
A pesar de su fama y sus riquezas, su exitosa línea de ropa y los muchos años de éxito que le esperan, Eva no ha olvidado sus luchas, sus humildes comienzos, ni su origen.