“Por un lado, habrá alrededor de 35 mil soldados ucranianos reforzados por los tanques de combate occidentales. Ellos deberán enfrentarse a más de 140 mil soldados enemigos en una línea del frente de 950 km de largo. Las dos fuerzas estarán separadas por una carrera de obstáculos mortales de minas, movimientos de tierra y fortificaciones antitanque instaladas por los rusos”, escribe FT.
Además, el autor del artículo señala que una de las complicaciones a la que deberán hacer frente los ucranianos, será la ausencia de una segura cobertura aérea, “para detener los ataques de los aviones de combate rusos, que, como dijo Gunnell (ex oficial de Royal Engineers Nick Gunnell – ed.), podrían «aplastar el equipo de ingeniería especializado de Ucrania» cuando intenten atravesar las fortificaciones rusas”.
Los expertos también reflexionaron sobre cómo exactamente podría ser la contraofensiva, señalando que, de todos modos, los planes y el cómo se llevará a cabo el avance son un secreto estrictamente guardado. Atribuyeron a los problemas la falta de experiencia del ejército ucraniano en operaciones militares combinadas de esta escala y la pérdida de muchos soldados profesionales durante la guerra.
A pesar de esto, FT señala que las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron subestimadas anteriormente, cuando el ejército ucraniano logró alejar a las fuerzas rusas de la capital y de la región de Járkiv al comienzo de la invasión a gran escala. Y los ucranianos pudieron hacerlo sin una gran cantidad de armas occidentales.
“Si el ataque ucraniano es violento y rápido, y se sitúa detrás de los rusos, la línea del frente se dispersará y los rusos huirán… del mismo modo que lo hicieron durante la contraofensiva de Járkiv”, puntualizó Glen Grant, ex oficial del ejército británico y asesor del Comité de Defensa del Parlamento ucraniano.
“Si esto sucede, la defensa preparada por los rusos también resultará, en cierta medida, en vano, lo que permitirá que la gran mayoría de las Fuerzas ucranianas se apresure a atravesar la brecha despejada. «Es un viejo principio que las fortificaciones de tierra desprotegidas no matan», agregó Grant.
“Entonces, los ucranianos podrán seguir adelante mientras sus planes y logística funcionan”, concluye el artículo de FT. Por tanto, no hubo ningún pronóstico de “derrota” ni de “fracaso” en el artículo de FT.