Aunque hasta el momento no se ha publicado la causa directa del fallecimiento de Fidel Castro y la salud del ex gobernante sufrió altas y bajas después de la crisis intestinal y las cirugías que lo sacaron del poder en agosto del 2006, lo cierto es que Castro parece haber presentido su fallecimiento, al cual aludió en abril de este año.
Al clausurar el 19 de abril el séptimo congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), dijo que “tal vez sea una de las últimas veces que hable en esta sala”. Contaba entonces 89 años y en agosto cumpliría los 90.
Castro agradeció a sus correligionarios del PCC “la invitación y el honor de escuchar” uno de los discursos más breves que hubiera pronunciado. "No quiero extenderme más allá de lo necesario", advirtió.
Reconociendo por primera vez que era mortal, agregó: "Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos",
Uno de sus médicos personales, el doctor Eugenio Selman-Housein, había asegurado dos meses antes de que Castro fuera sometido a la primera intervención quirúrgica del intestino en 2006 que el entonces gobernante se encontraba en excelente estado y tenía “espíritu, salud y fortaleza para vivir hasta 140 años”. Selman fue posteriormente separado de sus funciones.}
"Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que haya que perfeccionar, con lealtad meridiana y fuerza unida, como Martí, Maceo Gómez, en marcha indetenible", pronosticó, trasluciendo su anhelo de que continuara la unanimidad que implantó a sangre y fuego en la sociedad de la isla.
Además abordó los temas recurrentes que había venido tratando en columnas escritas en su obligado retiro, como "el poder destructivo del armamento moderno, que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre", el cambio climático, y la escasez de alimentos.
Ultimo tango
La senil intervención de Castro en el congreso comunista podría haber sido la última vez que tuvo una participación decisiva en los asuntos del país. La periodista especializada en asuntos cubanos Ann-Louise Bardach señaló en Politico como la visita del presidente Obama a la isla en marzo (el cónclave partidista fue en abril) se concibió como una forma de respaldar el enfoque modestamente reformista de Raúl Castro, y acelerar las reformas y la cooperación con EE.UU. Sin embargo, escribió Bardach, el mensaje que llevó el hermano mayor fue inequívoco: “Primero muerto”
Tras ser exhortados por Fidel a “luchar sin tregua” los intransigentes del Partido "pasaron los primeros tres días del Congreso emitiendo edictos retrógrados, restableciendo su hegemonía"; rechazaron el retiro de la vieja guardia y demeritaron las reformas que podían rescatar a la moribunda economía cubana.