El Observatorio de Libertad Académica (OLA) calificó la inauguración prevista para este año de una filial en Cuba de la Universidad Federal del Sur (UFS) de Rusia como perniciosa para el alumnado cubano y proclive a la rusificación de la enseñanza en Cuba.
“Esta noticia es realmente preocupante en nuestro entender como institución de la sociedad civil especializada en libertad académica, en primer lugar, porque nos permite evidenciar cómo se estrechan los nexos de cooperación autoritaria entre Cuba y Rusia, dos regímenes caracterizados por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y académicos del espacio universitario”, dijo a Martí Noticias Leonardo Fernández Otaño, máster en estudios interdisciplinarios sobre América Latina y el Caribe.
“Además, la cooperación se da en dos áreas realmente sensibles, la pedagogía, como área destinada a formar y a generar valores en la sociedad y la informática, sector donde cada vez es más evidente el control y la vigilancia sobre la ciudadanía”, apuntó.
La información la publicó la agencia Tass citando a la rectora de la UFS Inna Shevchenko.
La decisión, que otorgaría por vez primera el derecho a operar en Cuba una filial propia a una institución universitaria extranjera, tendrá "implicaciones negativas para los ya comprometidos derechos universitarios en la Isla", afirma un comunicado de OLA.
En este sentido, Fernández Otaño precisó que el proyecto es preocupante porque el gobierno cubano se ha negado a reconocer iniciativas surgidas dentro de la sociedad civil cubana: “podemos pensar el Convento de San Juan de Letrán, los centros Loyola, otras experiencias del ámbito de la disidencia y que han apuntado a generar el tejido social, a diversificar las propuestas formativas y educativas”.
“En cambio, vemos como ahora una potencia de orden mundial, pero con expediente de censura y represión académica, es a quién se le permite acceder al sistema educativo nacional”, puntualizó.
De acuerdo al texto de OLA, además “de su contribución al adoctrinamiento en las aulas, la universidad impondría su propia agenda de estudios, presentándose Cuba como país idóneo para exportar "su modelo único de educación superior".
“Este "modelo", abarca planes como la obligatoriedad de asignaturas que promuevan el patriotismo y la defenestración de profesionales de la enseñanza que sean o hayan sido disidentes”, postura análoga a la de las instituciones educacionales cubanas.
En 2022, las autoridades rusas anunciaron su retirada del sistema educativo de Bolonia, o Proceso de Convergencia Europea, que busca una educación superior más inclusiva y accesible, así como más atractiva y competitiva.
“Sin embargo, esto sirvió a Putin para introducir sustanciales cambios en el contenido lectivo de los estudiantes: la introducción de "clases de contenido patriótico" obligatorias para todas las enseñanzas, así como la designación de un ‘consejero de dirección’’’, un vigilante que reporta “episodios ‘opositores’ en los centros docentes", evidenció OLA.
“Adicionalmente, financió la formación de grupos nacionalistas juveniles e impuso un total de 140 horas lectivas de preparación militar para alumnos de entre 17 y 18 años”.
El Observatorio de Libertad Académica recuerda como Rusia ha tratado de borrar la identidad ucraniana y para ello ha recurrido al hostigamiento de investigadores, académicos y estudiantes.
Como parte de este proceso, miles de niños en la zona ocupada fueron llevados a pasar sus vacaciones de verano a territorio ruso, permaneciendo en campamentos especiales, donde recibieron instrucción médica y militar.
Para la organización, que tiene su sede en Miami, la “nueva doctrina de Putin” incluye, además de cambios sustanciales en los libros de texto, una enérgica persecución contra los padres y alumnos que rechacen las lecciones impuestas por el sistema ruso.
La entidad defensora de la libertad de cátedra se pregunta si no sería un precedente nefasto el conceder a una universidad rusa un espacio en el país. La universidad rusa llegaría para aumentar “al sombrío clima de acoso al que se exponen constantemente académicos y alumnos cubanos".
“La administración de Vladímir Putin ha sido implacable contra quienes se manifiestan desafectos” y afianzó un “fuerte régimen doctrinario en los centros educacionales, institucionalizando la persecución contra quienes se negaron a cumplir estas disposiciones”, enfatiza OLA.
Según un estudio de la Red de Investigación de la Unión Europea de Radiodifusión, el Gobierno ruso tiene acceso a unas 500 escuelas en los territorios de Ucrania ocupados por Rusia, en las cuales está lanzando una ofensiva docente para convertir a los alumnos en ciudadanos leales al dominio ruso, agrega la nota de la entidad de derechos académicos.
El Observatorio de Libertad Académica advierte que, aparte del adoctrinamiento en las aulas, la universidad federal rusa en Cuba "impondría su propia agenda de estudios, presentándose Cuba como país idóneo para exportar 'su propio modelo único de educación superior'. Este sería el primer paso para expandir su visión de la historia a Europa, como es el deseo de Putin".
“Realmente, es una situación muy preocupante sobre la cual llamamos la atención desde nuestro Observatorio de Libertad Académica y convidamos a la ciudadanía a expresar la disconformidad y a tener en cuenta, además, que Rusia, su enseñanza, al igual que la cubana, cada vez más, se fortalece de un componente político en detrimento de una ciencia crítica”, precisó el investigador de OLA, asentado en España.
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